La denominada "cosmeticorexia" indica un riesgo por el uso indiscriminado de productos y rituales de belleza en preadolescentes y adolescentes. Esta situación afecta directamente la salud dermatológica a raíz de la composición de estos productos.
En este aspecto, las y los especialistas señalan que hay un gran fanatismo a partir de las redes sociales y la difusión constante de rutinas de skincare o cuidado facial, lo cual se vuelve una faceta más a imitar por parte de quienes están del otro lado de las pantallas observando. Muchas de estas rutinas son vistas por preadolescentes y adolescentes aunque la mayoría de estos rituales no están indicados ni resultan necesarios a edades tan tempranas. De hecho, especialistas en dermatología alertan con que incluso puede resultar contraproducente.
Por todo ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España advirtió contra el creciente uso de cosméticos entre menores, haciendo una alerta a nivel mundial por la rápida difusión de estas modas.
Qué es la cosmeticorexia
Este término, de reciente creación, se utiliza para describir la obsesión por los productos cosméticos y de belleza fuera de la indicación de un dermatólogo o un profesional. Si bien resaltan que no se trata de un trastorno o enfermedad mental, sí hacen hincapié en que el cuerpo no necesita protegerse de nada pero aún así las personas lo hacen suponiendo que sí hace falta.
Las y los niños y adolescentes están expuestos a unos cánones de belleza cada vez más irreales y difíciles de alcanzar, obsesionarse con esto puede suponer malestar, ansiedad o estrés, o llevarles incluso al uso de de cosméticos a una edad muy temprana y sin recomendación médica.
Además, según la OCU, los más jóvenes normalmente sin poder adquisitivo propio, tienden a comprar lo más económico, por ejemplo, en bazares o en tiendas que cada vez cuentan con más oferta de este tipo, donde los productos pueden no estar tan controlados como en los canales habituales.
A menudo, lo que compran son falsificaciones o productos de "belleza" que se venden online sin ningún control: blanqueadores dentales con peróxido de hidrógeno, que pueden dañar el esmalte y la encía, gotas para cambiar el color de ojos, para aumentar el grosor de los labios, entre otros, según difundió la OCU.
Precisamente, algunos productos por su composición o por la forma de usarlos pueden suponer un problema para las pieles sensibles en edades tempranas, dando lugar a:
-Reacciones alérgicas.
-Sensibilización cutánea por uso de tinturas del pelo o productos con colorantes para el cabello.
-Utilizar productos sin conocer sus compuestos, puede llevar a chicas aun adolescentes a consumir innecesariamente: El retinol, los alfa hidroxiácidos o el ácido salicílico son ingredientes de cremas antiedad no recomendados en estas edades. Los parabenos de cadena larga o antioxidantes, cuestionados por ser disruptores endocrinos, es decir que pueden alterar el equilibrio hormonal. Filtros ultravioletas, también con potencial disruptor endocrino, y pueden aparecer como ingredientes en maquillajes con protección solar o cremas faciales.
-Además, recurrir a productos oclusivos y grasos (cremas o maquillaje) en pieles adolescentes con tendencia al acné o más grasas pueden empeorar la situación.
Frenar la cosmeticorexia
La moda del skincare ocupa un nuevo nicho de mercado que distintas cadenas y marcas de belleza están explotando, sobre todo a través de las redes sociales, señala la OCU. No obstante, los niños y adolescentes no deben ser un producto comercial, expuestos a fake news, recomendaciones interesadas y consejos de influencers, sino que merecen un entorno seguro que los proteja, a veces también de sí mismos.
Además, la preadolescencia es una época muy buena para adquirir hábitos de salud tanto física cómo mental. Dermatológicamente hablando, sería la época perfecta para asentar buenos hábitos de limpieza de la piel al levantarse y al acostarse o respecto al uso de crema con protección solar. La misma debe estar indicada para esta edad en particular.
Por ello, tanto desde la OCU como desde diferentes sectores profesionales de la salud, se solicita un plan de acción que establezca una regulación en la publicidad que se hace sobre cosméticos en las redes sociales.