Independiente cumplió con lo que mandan los libros y le ganó sin inconvenientes a Laferrere, al que demolió de a poco para cerrar un 3-0 que incluso pudo haber sido más amplio.
Pero más allá de la alegría por el pase de ronda en la Copa Argentina, el equipo de Carlos Tevez se fue con una sonrisa por la recuperación de la confianza, ya que se reencontró con su mejor versión y tuvo momentos de muy buen fútbol que coronó con efectividad.
Con un gran rendimiento de Javier Ruiz, la inteligencia de Federico Mancuello y la velocidad de Alex Luna entre otros puntos altos, el Rojo selló una actuación convincente y tranquilizadora de cara al futuro.
Ya a los 3 minutos le cometieron un grosero penal a Alexis Canelo que no cobró Hernán Mastrángelo y a los 16 lo tuvo Mancuello que definió débil en el área chica. A los 30 se lo perdió Gabriel Ávalos y Lafe avisó con un disparo de Gaspar Iñíguez que se fue muy cerca. Pero a los 41 se rompió la paridad gracias al gol de Luna, de derecha y desde la puerta del área, al capitalizar un lateral.
Independiente ganó en tranquilidad y eso le permitió afianzarse en la segunda parte, donde se sucedieron las chances de aumentar por intermedio de Canelo, un cabezazo de Luna por arriba y un zapatazo en el travesaño de Ruiz. Lo del verde, como contrapartida, era muy pobre y con cada vez menos respuestas físicas para aguantar el aluvión del Diablo.
Mancuello aumentó de penal a los 16 y por la misma vía, a los 29, llegó el 3-0 por intermedio del ecuatoriano Jhonny Quiñónez. Con el desenlace sentenciado, los de Avellaneda administraron fuerzas pero dominaron a voluntad. Laferrere, mientras tanto, solo suplicaba que pasaran los minutos.
El cierre del partido mostró a los futbolistas de Independiente en plena celebración del triunfo con el correspondiente cheque por el avance en la Copa Argentina y a los de Lafe aplaudiendo el conmovedor y multitudinario apoyo de sus hinchas a pesar de la dura derrota.