La convocatoria de la Selección argentina tiene una particularidad: combina presente y futuro entre los futbolistas campeones del mundo en Qatar y una nueva generación de jóvenes que piden pista y buscan comprometer al entrenador Lionel Scaloni de cara a la lista para la Copa América.
Para esta convocatoria, el DT sumó nuevamente a Alejandro Garnacho, Valentín Carboni y Facundo Buonanotte, e incorporó por primera vez a Valentín Barco, que hasta logró hacer su debut en cancha al ingresar en el segundo tiempo por Nicolás Tagliafico.
La vieja guardia está representada por los de siempre: Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Ángel Di María y Nicolás Otamendi, quienes serán los responsables de incluirlos en el grupo, enseñarles los valores y ayudarlos en la adaptación al sistema de juego.
O al menos esa parece ser la función que se ha atribuido De Paul, que este sábado, tras el debut de la Selección en el año ante El Salvador, brindó una entrevista en la que habló de estos jóvenes.
Específicamente, le preguntaron sobre la adaptación de Garnacho y Barco, quienes parece que de a poco se van a ir incorporando al plantel. El volante del Atlético de Madrid confesó cómo se comportan en la concentración y reveló cuál es la materia pendiente que tiene.
"En el vestuario súper bien. Aparte ya son varios, están agarrando fuerza. Los vemos contentos. Obviamente nosotros tenemos una manera de ser en la que los cargamos, los jodemos... Ellos se prenden. Todavía no los pude traer a jugar al truco. Me está costando. Pero súper bien. Me pone feliz porque al final de cuentas ellos son el futuro", confesó, en diálogo con DSports.