Entre lo árido del terreno y el sol abrasador de La Rioja, Osvaldo Laport y Roly Serrano grabaron algunas pocas escenas juntos de la película Hombre muerto. En la presentación del film que se estrena en las salas el 29 de agosto, el actor uruguayo aprovechó para contar cómo está de salud su amigo tras el accidente que sufrió en marzo.
En un mano a mano con TN Show, el actor también habló del estreno de su película, un refinado western criollo en el que interpreta a un personaje con el que sacó a relucir, como en otras ficciones en las que trabajó, toda su capacidad física. Además, Laport hizo una referencia a lo que vivió cuando se enfermó de triquinosis, que se reveló en este portal en junio.
Osvaldo Laport habló sobre el rodaje con Roly Serrano y contó cómo está de salud su amigo
Durante la charla con este medio, Osvaldo Laport analizó las alternancias que vivió durante el rodaje de Hombre muerto, el film dirigido por Andrés Tambornino y Alejandro Gruz que se estrena en unos días. Uno de los puntos cruciales es que el uruguayo compartió algunos minutos en pantalla con Roly Serrano, que es uno de sus mejores amigos y que tiene un rol secundario.
De esos momentos se refirió cuando se le preguntó cómo había sido trabajar con su compañero, que en marzo de este año sufrió un accidente que le pudo haber costado más caro.
“Con Roly estuvimos muy poquito, pero fue una fiesta. Con él somos como hermanos de la vida”, comentó Laport, que tiene una entrañable relación con Serrano que se hizo más fuerte luego de una obra en la que trabajaron juntos en 2022.
Cuando empezó a hablar sobre el film, Laport automáticamente se refirió a la actualidad de su colega y dio novedades acerca de la realidad de Roly que no se sabían con detalle.
“Aprovecho a decir que está mucho mejor el gordo. Ya no es tan gordo. Ahora está en otra clínica y está en plena rehabilitación. Eso es una fiesta, es una alegría”, comentó.
De qué se trata “Hombre muerto” y por qué el trabajo físico de Osvaldo Laport es impactante
El Sol pega de frente y se escucha el viento que sopla. El silbido del clima que choca contra el terreno rocoso queda impregnado en el cuerpo de Almeida, un hombre experimentado que luce un físico muy poderoso. El calor y la tierra hacen una combinación árida letal, mientras el protagonista camina por los sinuosos senderos riojanos. Va en búsqueda de algo. Camina, rompe, indaga, circula. Mira al horizonte. Hay algo que quiere dejar atrás.
Así es el comienzo de Hombre muerto, un delicado western criollo que tiene una actuación fascinante de Osvaldo Laport. Aunque el film dirigido por Andrés Tambornino y Alejandro Gruz tiene numerosos baches en su devenir, la historia tiene delirantes duelos, reflexiones profundas y un final que estremece.
La trama sigue lo que le pasa a Almeida, un hombre que se refugió en un pequeño pueblo perdido en la geografía de La Rioja. Aunque no se puede precisar el año, tal vez no sea importante: lo que sucede puede ocurrir en cualquier momento.
En ese lugar perdido entre montañas y paralizado tras el cierre de la mina que le daba vida, llega un forastero ofreciendo una recompensa suculenta por un “trabajo”: matar al propietario de la mina. Esta situación, asegura, va a traer el progreso que necesita la poca gente que vive allí.
Cuando Almeida se mezcla en este pedido que hace este extravagante personaje, se verá inmerso en una trampa cuyo peligro va creciendo con el correr de los minutos hasta un final muy polémico.
Además de Laport y Serrano, el elenco está integrado por Diego Velázquez, que resalta en el rol del dueño de la mina; Daniel Valenzuela; Sebastián Francini; y Yanina Campos.
Por qué el trabajo físico de Osvaldo Laport es impactante
Hombre muerto no sería posible sin la precisión física de Laport ni la cinematografía que explora, ensalzando el paisaje natural de La Rioja como alguna vez lo hizo John Ford con el suroeste de los Estados Unidos en cuanto western tuvo a mano.
Sobre su potente personificación, el actor aseguró a TN Show que intentó mimetizarse con la geografía. “Quienes vivimos en una gran ciudad como lo es Buenos Aires, y hay quee ir a un lugar totalmente diferente para que ese personaje parezca de allí, aparecen los primeros temores de que se le vean los hilos de la marioneta”, comentó.