Con las altas temperaturas comienza a notarse una mayor presencia de alacranes en nuestra región.
El peligro de su picadura proviene del veneno que deja cuando una persona contacta accidentalmente con uno de ellos y que, en los casos más extremos, puede ser de suma gravedad.
Síntomas
El dolor que se manifiesta en el sitio de la picadura es intenso y, especialmente en los niños, provoca una variedad de signos y síntomas locales y generales que se expresan con diferentes grados de severidad, entre ellos, palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, piel de gallina y palpitaciones.
La picadura, frecuentemente, sucede de noche; la población más afectada son los niños pequeños; y la localización es en los miembros inferiores.
Asimismo, hay una serie de factores que determinan la evolución que dependen de la persona afectada: el peso, el estado nutricional, la presencia de enfermedades como asma, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes.
En tanto, entre los factores que dependen de la especie de alacrán, se señalan el lugar del cuerpo y la cantidad de picaduras efectuadas, la cantidad de veneno inyectado y la época del año.
Como actuar ante una picadura
En caso de picadura se recomienda concurrir rápidamente al hospital más cercano para su atención y tratamiento. Como produce intenso dolor, se puede colocar hielo en el sitio afectado para aliviar las molestias mientras se transporta a la persona. Si durante la consulta se detectan síntomas de gravedad, el paciente recibirá suero antiescorpiónico para neutralizar la toxina.
Medidas de prevención
Para evitar la posibilidad de contacto con un alacrán es necesario:
- Mantener el hogar y alrededores libres de escombros, ladrillos, tejas, leña, maderas.
- Tapar las grietas u orificios de los revoques de las paredes, sobre todo si éstas son de ladrillo hueco.
- Sellar las cámaras de las cloacas. > Colocar malla metálica en las rejillas de las casas.
- Utilizar insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas.