Desde la mañana del jueves y hasta las primeras horas de la tarde del viernes, se percibía un fuerte olor a nafta en el quirófano de la Maternidad del hospital Iturraspe y en la sala de partos.
Ello obligó a activar los protocolos de emergencia en el nosocomio. En la oportunidad, el director Francisco Villano había garantizado que ambos sectores se habilitarían cuando se tuviera la seguridad de que no había riesgos ni para los pacientes ni para el personal. Esto sucedió a partir de la siesta de este viernes, por lo que se pudo concretar la rehabilitación.
Para lograr poner nuevamente en funcionamiento el servicio, se hicieron pruebas con los empleados que demostraron que ya el peligro había desaparecido. Además, la Municipalidad tomó muestras de agua en las inmediaciones al Iturraspe, para determinar el origen del olor, que emanaba de las cloacas.
Al ser consultados por las autoridades del hospital, desde ASSA se desligaron del incidente, al tiempo que los bomberos indicaron que en el caso de que alguien haya volcado bidones intencionalmente, se habría tratado de recipientes de 50 o 100 litros. De esta forma, sigue siendo una incógnita cómo llegó hasta la red el combustible que impregnó de olor sobre todo la Maternidad.