A muchos de nuestros pequeños que van a la escuela tempranisimo, les cuesta levantarse por la mañana especialmente en invierno. Pero esto es mucho màs normal de lo que pensamos y Christiane Würfel, médica especializada en cuestiones del sueño en niños y adolescentes, asegura que el “cronotipo” es una cuestión genética, con lo cual no sirve de mucho por lo general decirle “¡a la cama temprano!" a una persona que es noctámbula y por naturaleza preferiría estar activa de noche y dormir en las horas tempranas del día.
Si bien cada niño es distinto, Würfel dice que los pequeños de seis años necesitan entre nueve y 12 horas de sueño en un lapso de 24 horas. Es decir, si no durmió siesta en el jardín de infantes, necesitará más horas de sueño por la noche.
La técnica de la progresión
Würfel asegura que no es lo mismo intentar que se vayan dos horas antes a la cama. "Si no suelen dormir en el jardín, es mejor ir adelantando su horario de descanso 15 minutos en la primera semana, 30 minutos antes en la segunda y así sucesivamente", detalla la experta.
Para que resulte más fácil que se queden dormidos, lo ideal es que no utilicen ningún aparato electrónico tres horas antes de irse a dormir. Esto se recomienda porque la luz azul de las pantallas inhibe la segregación de la melatonina, una hormona que alienta el sueño.
También es importante que su habitación esté oscura (o en penumbra), tranquila y que no sea demasiado calurosa por calefacción.
Por supuesto que los ritmos regulares y el horario más o menos constante para acostarse y levantarse también son una gran ayuda. Würfel recomienda no alterarlo durante los fines de semana. "Por supuesto, puede dormir una horita más, pero no es conveniente que tenga un ritmo muy distinto al de la vida cotidiana", explica.
Otra gran opción es ir a la escuela a pie o en bici en lugar de en coche, porque "la luz solar sincroniza el reloj interno y también suprime la segregación de melatonina". Además, el movimiento activa la circulación, y eso hace que los pequeños estén mucho más despiertos cuando llegan a la escuela.