Hay en promedio unas 3200 bacterias de 150 especies diferentes, según expertos de la Universidad de Colorado. Y según un cálculo científico, nos damos la mano cerca de 15 mil veces a lo largo de toda la vida.
El riesgo de contraer una enfermedad por una bacteria aumenta aún más cuando no nos lavamos las manos con regularidad, por lo que es esencial tener una buena higiene de las manos.
En este sentido, no son pocos los centros de salud que están tan preocupados por la propagación de gérmenes a través del gesto de dar la mano. De hecho, se piensa crear zonas “libres de apretones de manos”. Es que en ocasiones la buena higiene de las manos y su lavado regular es, a menudo, muy bajo en los hospitales. Y las infecciones intrahospitalarias en estas instalaciones son una gran preocupación.
Los sectores de cuidados intensivos son los que más preocupan a los profesionales de la salud. Los pacientes más vulnerables (como los más chicos, los ancianos y los inmunodeprimidos) son especialmente importantes ya que este tipo de enfermos son más propensos a contraer infecciones graves.
Es en este tipo de lugares donde se buscaría aplicar las mencionadas “zonas libres de apretones de manos”. Algunos hospitales de diversas partes del mundo fomentan saludos alternativos, como chocar los puños, la sonrisa y el contacto visual, con tal de reducir al mínimo posible la propagación de agentes infecciosos entre las personas.
Bacterias amistosas
La cantidad de bacterias que se transmiten con un clásico apretón de manos es el doble en comparación con las que nos pasamos al chocar las manos. El número también es significativamente menor cuando chocamos los puños, confirman científicos al medio especializado The Conversation.
Llevó un tiempo, y varias temporadas de gripes, que muchos de nosotros adoptáramos acciones o hábitos como toser en la parte interior del codo. Quizás lleve más tiempo adoptar gestos más saludables que la tradición de estrecharnos las manos como forma de saludo. El choque de puños tal vez se imponga, pero hasta entonces deberemos recordar y ser constantes en las pautas de higienes para mantenernos saludables a nosotros y a nuestro entorno.