Además del sol, también hay que proteger la piel del uso de los dispositivos electrónicos debido a que las pantallas de estos aparatos irradian lo que se conoce como High Energy Visible (HEV) Light, tan nociva como los rayos UVA y UVB combinados y es responsable del envejecimiento digital o digital aging.
La llamada luz azul penetra en la piel de manera profunda y provoca daño en cada una de sus capas y acelera la producción de radicales libres, que atacan el colágeno y la elastina que mantienen la piel firme y tensa. Se genera entonces un estrés oxidativo, que conduce al daño celular en las células cutáneas.
Los síntomas visibles del envejecimiento digital se registran en la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel porque disminuye la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico. También se da un deterioro de la membrana celular que deriva en la formación de manchas y hasta puede haber muerte celular por las alteraciones en el ADN de las células, según el portal del Dr. Julio Ferreira.
El uso prolongado de pantallas en algunas pieles con fototipo 3, 4, es decir, las más oscuras, se pueden manchar debido al aumento de la producción de melanina, a esto se suma deshidratación y flaccidez con pérdida de firmeza y elasticidad por disminución del colágeno y la elastina. Como consecuencia, tienden a arrugarse más, por lo que es aconsejable una rutina de cuidados diarios que incluya hidratación, fotoprotección y limpieza.
Aunque no relacionado directamente con el cutis, otro síntoma de la exposición frecuente a la luz de las pantallas es el Síndrome Visual Informático (SVI), patología que suele aparecer en forma de ojos rojos, secos, cansados o dolores de cabeza. También, el uso excesivo de dispositivos electrónicos puede interrumpir el ciclo de sueño, haciendo más difícil dormir.
Algunos consejos:
– Preservar los dispositivos lejos de los lugares donde descansás.
– Desconectar los aparatos tecnológicos cuando no se estén usando.
– Mantener el celular alejado de la cabeza y del cuerpo, siempre que sea posible.
– Apartar con frecuencia los ojos de la pantalla de la computadora.