La mayoría de los seres humanos padeció alguna vez la incómoda experiencia de que uno de sus ojos “titile”, evocando una suerte de latido. En su columna semanal por Todo Pasa, el máster en Neurociencias Hugo Valderrama explica ese fenómeno.
La “mioquimia”, dijo, se da en uno de los dos párpados inferiores. “Es un temblor involuntario” que puede presentarse con intervalos de entre medio y tres segundos. A veces dura sólo minutos, y otras veces, horas. E incluso puede repetirse en un día o por (una) semana/s.
¿Su principal motivo? El estrés. Aunque también puede ser consecuencia de la falta de sueño, el exceso de café, el fijar mucho la vista o el poco ejercicio.
Salvo que se prolongue en el tiempo, no es motivo para preocuparse. El párpado es un músculo y lo usamos 25 mil veces por semana en promedio. Ante una contracción mayor, empieza a cansarse.
Ahora bien, cuando el ojo se cierra completo o incluso se involucran otros músculos del cuerpo, ya estaríamos hablando de una patología. Podría ser un blefaroespasmo o una distonía.
Para saber más de esas patologías, mirá la columna completa: