En las últimas horas, tres menores fallecieron a raíz de una bacteria en distintos lugares del país. Las primeras muertes ocurrieron en el Hospital Elizalde, y los niños provenían de distintas ciudades: uno de ellos era de Capital Federal y el otro de Avellaneda, en el sur del Conurbano Bonerense. Mientras tanto, en Rosario, la víctima fatal fue un chico de apenas seis años.
Estos casos derivaron en la pregunta sobre en qué consiste esta bacteria, cuáles son los síntomas y cómo se puede prevenir la muerte de los más pequeños.
Julio Befani, director Provincial de Promoción y Prevención de la Salud explicó en Todo Pasa que el "streptococcus pyogene" suele alojarse en las vías respiratorias y en la piel, y frecuentemente comienza con una faringitis, fiebre escarlatina o lesiones en la piel.
Según Bafini, "es infrecuente que esta bacteria tenga el final que tuvo en estos casos (la muerte), pero puede llegar al torrente sanguíneo y allí producir lo que se conoce como infección generalizada o sepsis, lo que puede provocar estos finales fatales".
El especialista destacó que lo más importante es "asistir rápido al médico para evitar" ese tipo de final. Además, existen algunos factores que predisponen a la gravedad, como estar en los extremos en la vida (niños pequeños y mayores de 65 años), o sufrir enfermedades de riesgo como sucede con los inmunocomprometidos, diabéticos e insuficientes renales.
La explicación que encuentra Bafini a estas muertes es que "los niños son de muy corta edad y están una institución, internados, donde tienen un factor de riesgo muy importante", aunque aclaró que para definir lo ocurrido se necesita mayor información sobre "la consulta y saber si el tratamiento fue comenzado en tiempo y forma, y su evolución".
¿Cómo evitar contraer esta bacteria que causa el 20 o 30% de las faringitis? Es importante tener en cuenta algunas recomendaciones, como estimular la correcta higiene de las manos y el ventilado de ambientes, porque esta bacteria se contagia de persona a persona al toser o al estornudar, y en muy pocos casos se pueda llegar a transmitir a través de un elemento que se está usando.
Entre los síntomas a los que hay que estar atentos, por tratarse de un germen que se aloja en las vías respiratorias y en la piel, se destacan el fuerte dolor de garganta, placas y lesiones con pus en la zona; mientras que en la piel, hay que estar alertas ante cualquier lastimadura que se pueda poner de color miel o cascaritas en la piel infectadas. No obstante, reiteró Befani, lo más importante es consultar al médico y, por supuesto, no intentar automedicarse.