El consumo de sodio, o sal, es esencial para nuestro organismo. Sin embargo, también debe ser hecho con moderación. La ingesta indiscriminada puede ser perjudicial para el cuerpo humano. El exceso de sodio causa graves daños en los riñones, el cerebro y otros órganos.
A continuación, algunos de los efectos que causa el consumo abusivo en nuestro cuerpo:
1. Hinchazón
El exceso de sodio puede ocasionar la aparición de edemas en el cuerpo. Es decir, la presencia de hinchazón en nuestras manos, pies, brazos, piernas o rostro.
Esto se debe al impacto directo que ocasiona la sal en nuestros riñones, ya que hace que su normal funcionamiento se vea interrumpido. Como consecuencia, se provoca la retención de potasio y sodio en el organismo.
Por consiguiente, se genera una acumulación de líquidos que se ve reflejada en forma de inflamación.
2. Ganas de beber mucha agua
El exceso de sodio provocará deshidratación, por lo que tendrás inmensas ganas de beber agua todo el tiempo. Esto sucede debido a que el cuerpo intenta compensar el equilibrio entre agua y sodio.
El detalle está en que beber mucha agua puede empeorar la condición de los edemas, ya que puede provocar una mayor retención de líquidos. La resequedad en los labios también es otro síntoma.
3. Ritmo cardíaco acelerado
Con el tiempo, la sal en grandes cantidades puede causar hipertensión arterial y aumentar el peligro de padecer algún tipo de cardiopatía, como el ritmo cardíaco acelerado o taquicardia.
Esto está atribuido a la falta de absorción de potasio por parte de los riñones. Como consecuencia, la sangre se vuelva más espesa. A largo plazo se pueden experimentar problemas de circulación graves.
4. Ganas excesivas de orinar
Las personas con exceso de sodio en el cuerpo generalmente tienen más ganas de orinar, lo cual también afecta a la producción de masa ósea.
Al orinar de forma excesiva, el cuerpo desecha parte de las reservas de calcio del organismo, causando debilidad en los huesos y dientes. Sumado a ello, el mal funcionamiento de los riñones creará desórdenes en el proceso de micción, provocando en algunos casos el hecho de querer orinar más, y no poder hacerlo.
5. Malestares estomacales o aparición de úlceras
El exceso de sodio puede causar la aparición de úlceras en el estómago y provocar infecciones e indigestión.
Algunos médicos indican que el cloruro de sodio entra en la mucosa que recubre la parte interna del estómago, sin embargo, no hay estudios que avalen este hecho como tal. Lo que sí está demostrado es que consumir muchos alimentos salados puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
6. Estragos en nuestra conducta o cerebro
Según investigaciones realizadas por la Sociedad Española de Cardiología, el exceso de sodio puede ser tan peligroso para el cerebro como la cocaína.
Un consumo alto de sal puede afectar tanto nuestros niveles de razonamiento cognitivo. Algo común es que el sistema nervioso te envíe señales de que necesitas consumir más sal o que seas más susceptible e irritable.
Evitá el exceso, pero no la elimines por completo
Con todo lo expuesto anteriormente no queremos decir que se tenga que condenar el consumo de sodio. La sal es necesaria para el bienestar del organismo, pero, si te excedés de los límites de consumo regulado, puedes sufrir graves consecuencias.
Lo que te recomendamos es nivelar la ingesta de sal en tus alimentos, combinándolos con algunas frutas y verduras. De esta manera nuestra dieta será más equilibrada y balanceada. A su vez, también es necesario reducir el consumo de alimentos que contengan mucha grasa o que puedan tener exceso de azúcar, al igual que evitar llevar una vida sedentaria.