Investigadores españoles realizaron un trabajo comparativo que, con un espacio de cinco años, evaluó la actividad física de las personas mayores a 65 años. Los resultados no son alentadores, ya que, respecto de 2009, el ejercicio ha disminuido. La conclusión es preocupante ya que la población adulta mayor aumenta notoriamente en los países europeos.
Para confeccionar el trabajo, publicado en la revista científica European Journal of Public Health, los científicos encabezados por la Universidad de Jaén tomaron la información correspondiente a la Encuesta Europea de Salud en España, realizada en 2009 y 2014. Dividieron a los 12 546 participantes en tres grupos: de 65 a 74 años, de 75 a 84 y mayores de 85.
“En esos cinco años, los niveles de actividad física de las personas mayores españolas han disminuido, mientras el índice de masa corporal no ha aumentado”, explicó a medios extranjeros el autor principal del estudio, Pedro Ángel Latorre Román. El empeoramiento de las condiciones se ve, por ejemplo, en que el porcentaje de personas con graves dificultades para caminar 500 metros sin ayuda ha crecido; al igual que la proporción de personas con enfermedades y problemas crónicos.
“Estos datos dejan en evidencia la importancia de incorporar programas de ejercicio en una etapa temprana de envejecimiento para preservar el rendimiento físico y prevenir las consecuencias negativas del envejecimiento”, completó el especialista.
Entre las ventajas de la actividad física se encuentran: mejorías en la memoria y los circuitos neuronales, disminución del riesgo de demencia y mejoras en la salud cardiovascular.