Decirle adiós al cigarrillo no es algo fácil y requiere de fuerza de voluntad y actitud. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tabaquismo es el responsable de aproximadamente 7 millones de muertes cada año. Es por eso que los médicos y entidades impulsan las campañas antitabaco.
Uno de los principales efectos de dejar de fumar, y por el cual muchas personas no se animan a hacerlo, es el aumento de peso. La nicotina es un acelerador del metabolismo que hace que el organismo queme más grasas, con lo cual, al abandonar este hábito uno engorda aunque consuma las mismas calorías.
Además, muchos fumadores confunden la ansiedad por fumar con ganas de comer, lo que hace que incrementen su ingesta de alimentos y, consecuentemente, ganen peso.
Un estudio que englobó el análisis de varios trabajos en la materia y que se publicó este año en el British Medical Journal determinó que cuando una persona deja de fumar aumenta en promedio 4,7 kilos hasta un año después de abandonar este vicio.
Para reducir el impacto de la abstinencia, es bueno precisamente incorporar ciertas comidas a la dieta para que se conviertan en aliados en este difícil desafío.
Verduras y frutas
Comer gran cantidad de verduras y frutas puede ayudarte a dejar de fumar, según concluyó un estudio de la Universidad de Buffalo publicado en la revista especializada Nicotine and Tobacco Research. De hecho, aquellos fumadores que las consumen en cantidades importantes suelen tardar más tiempo en fumarse el primer cigarro del día y son menos dependientes de la nicotina.
El investigador a cargo de ese trabajo, Jeffrey P. Haibach, sostiene que como las verduras y frutas contienen importantes dosis de fibra generan una sensación de saciedad en el cuerpo que reduce las ganas de comer y las de fumar. Asimismo, el sabor de algunas frutas empeora el gusto del tabaco.
Avena
La avena también es un alimento rico en fibra por lo que contribuye a la sensación de saciedad. Además, es anti cancerígena y buena para el corazón.
Su consumo frecuente disminuye los niveles de colesterol y azúcar en sangre, depura toxinas y mejora la digestión. Por eso es bueno incorporar avena en la dieta, especialmente en el desayuno.
Frutos secos
Otro producto que contiene mucha fibra y además proteínas. Son un snack saludable para tener siempre a mano en los momentos en los que la ansiedad es mayor, por ejemplo, entre las comidas. Eso sí, no es bueno consumir grandes cantidades diarias, con unos 30 gramos es suficiente.
Gelatina
Se trata de algo dulce que no aporta casi calorías al cuerpo, con lo cual puede ayudar a combatir el hambre sin que su consumo provoque un aumento de peso. A la gelatina se le pueden añadir trozos de fruta para convertirla en un potente snack para dejar el hábito.
Lácteos
Yogures, leche y quesos contienen vitaminas, minerales y proteínas que colaboran en reducir las ganas de fumar. Se pueden combinar con algunos de los alimentos anteriores de la lista, como frutos secos, frutas o avena.