Debemos intentar adoptar pequeñas rutinas que tienen un efecto positivo sobre nuestro cuerpo y cerebro, que nos ayudan a sentirnos mejor. A continuación, diez propuestas para que empieces a cambiar tu día desde el momento en el que te levantás.
1. Lo primero de todo: ¡no remolonear en la cama! Nada de posponer la alarma. Eso solo te lleva a quedarte dormido de nuevo y despertarte a los 5 ó 10 minutos con la misma alarma, algo que acabará poniéndote de mal humor. Además, terminarás haciéndolo todo apurado y saldrás corriendo de casa.
2. Bebé agua. Uno de los motivos por los que nos levantamos fatigados es por la deshidratación a la que llega el cuerpo después de tantas horas seguidas sin ingerir líquidos. Ese vaso de agua será un pequeño booster para terminar de despertarte, además de ayudarte a aliviar esos pequeños dolores de cabeza con los que a veces nos levantamos. Si el agua sola se te hace intragable a determinadas horas, agregale unas gotitas de limón.
3. Empezá haciendo algo que te gusta. Por más simple que sea, si es algo que te encanta y disfrutás te ayudará a alcanzar un estado mental más positivo y a afrontar el día con mejor humor. Por otro lado, el sexo matutino incentiva la producción de endorfinas, te carga de energía y te libera del estrés.
4. Dejá entrar a la luz del sol: si podés desayuná en un lugar donde te dé la luz sola, ya que ayuda a mejorar el humor y despertarte. Por ello también es recomendable que no duermas en una habitación totalmente a oscuras; no bajes del todo la persiana y aprovechá la luz natural para despertarte poco a poco.
5. Desayuná bien. Es la comida más importante del día. Aprovechá esta primera ingesta del día para mejorar tu ánimo. Incluí frutas, avena o huevos para cargarte de energía y evitá los alimentos procesados o con azúcar, ya que aportan energía rápidamente pero luego producen bajón.
6. Hacé un poco de ejercicio. Te ayuda a acelerar el metabolismo, a quemar calorías, te carga de energía y reduce el estrés.
7. Baila. La música estimula el cerebro, nos activa y pone de buen humor.
8. Arreglate. Uno de los primeros síntomas de la depresión es que la persona en cuestión deja de preocuparse por su aspecto. Y dicho esto tampoco hace falta que te maquilles todos los días si eso no te gusta, pero dedicá un tiempo para mimarte con cremas y demás.
9. No vayas con prisa. Salí de la casa con el tiempo suficiente para llegar al trabajo sin necesidad de que un pequeño incidente te puedan retrasar y, en consecuencia, estresar. Intentá disfrutar del trayecto, y si podés regalate ir tomar un café en ese sitio tan especial que tenés al camino al trabajo.
10. Dale a las cosas la importancia que se merecen a través del lenguaje. En vez de pensar que tenés mala suerte. Se trata de intentar ver las cosas desde una perspectiva más amable, para que el mal humor no nos acompañe durante todo el día.