La semana pasada fue muy especial para el plantel de Colón ya que ocho jugadores, a los que luego se les agregaron dos más y el kinesiólogo Fabián Perafrancia comenzaron a sentir síntomas similares a los del dengue.
Entonces el departamento médico del club se puso en contacto con el Ministerio de Salud de la provincia, que por protocolo les mandó a realizar exámenes para determinar si estaban afectados por el dengue, mientras que las municipalidades de Santa Fe y Santo Tomé procedieron a la fumigación de la sede del club y el complejo Ciudad Fútbol, respectivamenteme.
En ese sentido, los más afectados fueron Leonardo Heredia, Gustavo Toledo y Guillermo Ortiz, quienes no pudieron entrenar con normalidad durante toda la semana. Luego se agregaron Leonardo Burián, Emanuel Olivera, Matías Fritzler, Fernando Zuqui, Gabriel Esparza, Tomás Sandoval y Mateo Hernández.
Por este motivo, Colón pidió ante la Superliga y encontró el aval de San Lorenzo, para suspender el partido que debían disputar el pasado sábado a las 21.30 en el Brigadier López, en el marco de la fecha 18 del certamen.
Recién en el final de la semana Julio Comesaña pudo comenzar a ordenar tareas futbolísticas, e incluso paró un equipo titulr, que sería el que reanudaría la competencia el próximo viernes ante Vélez, en el José Amalfitani.
Sin embargo, no está confirmado que se juegue el partido frente al fortín, ya que en el arranque de esta semana los jugadores afectados se someterán a nuevos estudios médicos ordenados por el Ministerio de Salud por protocolo.
Es que en la primera prueba el resultado fue negativo, aunque los integrantes de dicho departamento público no descartan que en el nuevo estudio que se les realice a los jugadores pueda saltar algún caso de dengue, según lo manifestó el mismo Julio Befani, titular del área de Epidemiología de la Provincia de Santa Fe.