Aunque su pelo actúe como protector natural contra los cambios climáticos, tu mascota requiere de cuidados especiales contra el frío.
Si duerme en el patio puede estar en riesgo de sufrir una enfermedad respiratoria; sobre todo si tiene más de cinco años, esto por el descenso en la temperatura durante la noche. Proporcionale una cama con frazadita o, mejor aún una casa que le provea refugio ante el aire. A continuación, otras recomendaciones:
1. Cuidá su pelo
Tu mascota “muda” de pelo dos veces por año, generalmente en verano e invierno. Para el invierno es un poco más largo, delgado y tupido para que sirva de abrigo y conserve la temperatura eficientemente. Cuídalo cepillándolo regularmente (tres veces por semana).
2. Ropita
Durante el invierno le ayudará a tu mascota a protegerse del frio, solo tené la precaución de mantenerla bien limpia y de cepillar su pelo
3. Bañalo dentro de casa
El frío no es lo que enferma, sino los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire.
4. Poné atención a los más viejitos
Con el frío invernal, los problemas de articulaciones se hacen más evidentes y pueden afectar su movilidad y calidad de vida, por eso al inicio del invierno acudí al veterinario para que te dé algunas medidas preventivas.
5. Alimentalo bien
El frío hace que su organismo trabaje más rápido para generar calor, por lo tanto requiere contar con la suficiente energía proveniente de su alimento para hacer frente al clima.
6. Si se enferma...
Si tiene tos, le sale moquito por la nariz o tiene lagañas en los ojos, llevalo al veterinario, no le des ninguna medicina. El jarabe para la tos puede irritarle el estómago, la aspirina le puede causar gastritis y el naproxeno puede incluso afectarle el riñón.