En plena montaña rusa, un joven deportista neozelandes logró capturar en un teléfono que caía a una velocidad superior a los 130 km/h y quedó documentado en las grabaciones de la atracción. El hecho sucedió en el parque 'Port Aventura World', en Barcelona, en donde Samuel Kempf se encontraba de vacaciones luego de haber representado a Nueva Zelanda en el Campeonato Mundial de Faustball, que se jugó el mes pasado en Suiza.
Mientras paseaba en la atracción, el joven observó cómo una persona que iba algunos asientos adelante dejaba caer su iPhone X, el cual tendría el peor final posible. Pero, mostrando sus increíbles reflejos, Kempf atrapó el celular en el aire. Cuando se bajó del juego, Samuel devolvió el teléfono a su dueño, quien se encontraba buscándolo desesperado en objetos perdidos. El hombre quedó totalmente sorprendido ante la hazaña de Kempf y le propició un fuerte abrazo en agradecimiento.
Afortunadamente, la impresionante maniobra quedó grabada por las cámaras del parque de diversiones. Cuando el deportista se acercó a ver las imágenes fue recibido con aplausos por todos los que habían visto lo ocurrido. Incluso, el dueño del teléfono compró el video y se lo entregó como agradecimiento.