Brian Fernández, luego de haber protagonizado una primera mitad de año para el olvido, con recaídas de su adicción y faltazos a los entrenamientos por los cuales fue marginado del plantel, comenzó una nueva etapa en Colón de la mano de Eduardo Domínguez.
Antes de que llegue el DT ya se había sometido a un tratamiento, del cual se habla maravillas. En su mejor momento llegó el parate del fútbol. Incluso Domínguez lo concentró para el partido ante Rosario Central, en el Gigante de Arroyito, más allá que luego no integró el banco de los suplentes.
Brian Fernández optó por quedarse a vivir en el Hotel de Campo de Colón, donde se encontraba alojado el cuerpo técnico rojinegro, con los cuales compartió gran parte de la primera etapa de la cuarentena con motivo de la pandemia del coronavirus.
Ese tiempo les sirvió a las partes para conocerse y al jugador para ponerse a tono desde lo físico y lo mental, en relación a los próximos desafíos deportivos que tendrá Colón en la temporada que se avecina.
Una de las exigencias de Domínguez fue que Brian se mude al complejo habitacional donde reside, para tenerlo cerca y contenido, cuestión que el jugador cumplió, y se lo pudo ver en sus redes sociales compartiendo momentos con su mujer Araceli y su hijo Milan.
Sin embargo, según lo que pudo averguar Diez en Deportes, faltó a los entrenamientos de lunes y martes de esta semana, y decidió mudarse a la pensión de Colón en el Predio Ciudad Fútbol.
De esta manera, Fernández sigue trabajando a la par del grupo y Domínguez incluso lo incuye en varios de los entrenamientos en el equipo titular, conformando una dupla que promete con el colombiano Wilson Morelo.