La gala de MasterChef Celebrity de este jueves tuvo grandes momentos emotivos. La consigna dio lugar a que el ambiente, que suele ser algo mas hostil, hiciera que las lagrimas empañaran las pantallas de los televidentes. Cuando los famosos levantaron las campanas de cada isla de cocina, se encontraron con una foto suya de pequeños. Cada participante debía preparar un plato que le hiciera recordar a su infancia y así fue como la emotividad sobrevoló en el aire.
A la hora de elegir una comida que representara esa época de sus vidas, Claudio Omar "el Turco" García conmovió a todos. Luego de que Santiago del Moro le preguntara a dónde lo llevaba su propia imagen, el exfutbolista relató: “Me hace acordar mucho a Fiorito, a Lugano... Vivía en una casa de chapa y no tenía baño. Teníamos el Riachuelo al lado y hacíamos ahí, en un pozo, las cosas”.
“Era muy pobre, pero tuve una infancia feliz. Y hoy, por el presente de estar acá después de todo lo que pasé y que ustedes ya saben, soy un agradecido de la vida”. “¿Crees que ese niño de la foto está contento del adulto que sos hoy?”, le preguntó entonces el conductor del ciclo. Y él respondió que “sí”.
El plato del Turco se llamó "Para llorar a lo loco". No fue casualidad. El ídolo de Racing hizo milanesas con puré y contó que él no comía eso habitualmente. "Cuando había eso era como que se cumplía un sueño, era un festejo. Si tengo que hacer lo que comía de chico eran tres litros de agua, un caldo de gallina y tres fideos dedalito”, confesó.
"La verdad que cuando comíamos milanesas, que era una vez por mes, era como un festejo. Era cuando mi viejo cobraba el medio aguinaldo o algo. Si no, fideo, fideo y mortadela”, rememoró el exjugador de fútbol.
La devolución del jurado fue buena en general. Damián Betular, Donato de Santis y Germán Martitegui se dejaron llevar por la emoción y por el amor que expresó el Turco a través de la cocina. El final fue feliz: cuando parecía que el exfutbolista iba una vez más a la gala de eliminación, el jurado frenó todo y decidió romper las reglas. Junto con el Polaco, que fue el salvado de la gala, García subió al balcón y dejó a todos con lágrimas en los ojos.