El laboratorio Pfizer comenzó con las pruebas de la vacuna contra el Covid-19 y él no lo dudó: el entrañable Jorge Formento, el de la voz inolvidable, se presentó como voluntario.
Apenas se enteró, se comunicó con un amigo del Hospital Militar para preguntarle si su condición de fumador y de padeciente de EPOC le impedía participar. Cuando obtuvo el "sí" del profesional, el proceso se inició: ya le aplicaron dos dosis, en agosto y en septiembre.
En ninguna oportunidad sintió más que "un pequeño dolor en el brazo", asegura, aunque también aclara que desconoce si recibió el placebo o la vacuna.
Sobre las críticas que pueda recibir, reflexionó: "hay gente que está muy loca y a la que le jode siempre la decisión del otro. Eso es un problema. Y contra el odio y el resentimiento no hay vacuna. Hay que tomar distancia prudencial. Es lo único: un poquito más de dos metros de distancia, si es posible".
"No tuve ningún miedo, nada. Yo le tengo miedo al virus, no a la vacuna", afirma.
Para culminar, el profesional de los medios habló de su presente y de su pasado con todos los grandes de la radiofonía y la televisión, y sobre todo de la locución. "Estoy agradecido de haber podido ver a esos fenómenos en acción", celebra.