En la mañana del jueves, el cuerpo médico examinaba la infección de una pierna en un paciente y al retirarle los vendajes cayó un teléfono celular que tenía escondido.
El teléfono Samsung J7 pertenecía a otro paciente de 35 años que también estaba internado en el Hospital Militar, y que se estaba realizando un estudio clínico.
El paciente era tratado por una infección en una pierna por una herida de arma de fuego que había recibido a fines de junio.
La fiscal Rosana Peresin ordenó al personal policial que identifiquen al muchacho de 22 años por el delito de tentativa de hurto en libertad mientras dure el proceso.
Según fuentes del caso, este herido de arma de fuego es el mismo que en otra ocasión intentó robarse una silla de ruedas del nosocomio, situación que logró impedir un patrullero policial que lo interceptó sobre Avenida Freyre.