Un control de tránsito realizado en la ruta 33 terminó con un automóvil en la banquina, luego de que su conductor se escapara en estado de ebriedad.
El hecho ocurrió en el kilómetro 636 de esa vía nacional, donde personal policial le solicitó al conductor de un Chevrolet Corsa que se estacione. Cuando éste lo hizo, los efectivos detectaron que emanaba un fuerte olor a alcohol. Al realizarle el correspondiente test, el resultado arrojado fue de 2,48 g/l.
Los uniformados retuvieron el carnet del conductor y mientras estaban elaborando el acta de infracción, aquél se dio a la fuga a gran velocidad.
Ante esto, los policías patrullaron la zona para dar con el infractor, pero no lo lograron.
Sin embargo, poco después avistaron el vehículo en la cuneta. El hombre recibió atención de servicios de emergencia, que constataron que presentaba politraumatismos.