Siempre que llovió, paró dice el refrán. Esto se puede trasladar también a la sequía de triunfos que tenía Unión, que se cortó este miércoles con el 2-1 ante Barracas Central en el estadio Islas Malvinas de All Boys.
Se sabía que la cancha podía ser un condicionante, pero el Tate tuvo un primer tiempo demoledor, con una clase de efectividad: primero con un cabezazo de Jonatan Álvez a la salida de un córner desde la derecha; y el segundo con la misma receta, pero con Emanuel Britez como autor de la conquista.
Esto le dio confianza para manejar las acciones, pero en el segundo tiempo se le complicó, sobre todo después del descuento de penal y no le quedó otra que defender con uñas y dientes la ventaja. Ahí apareció el corazón para aferrarse al triunfo.
Si bien es cierto que la imagen del final no es la mejor, queda como positivo la entrega del primer acto, que posibilitó que atesoren tres puntos muy valiosos. Revivió el triunfo, en los relatos de Lautaro Falcón.