Nunca es tarde para concretar sueños, sobre todo cuando las limitaciones y pruebas de la vida se presentan como un obstáculo. El caso de Carolina Fernandez de Santa Cruz es un modelo digno de conocer.
Fue una poetisa altoverdense, más conocida como “porota” o “la poro” y sin duda un ejemplo para sus familiares, amigos y allegados que la recuerdan con cariño y conocieron parte de su historia.
Nació en 1942 en Vuelta del Paraguayo, pero desde muy pequeña comenzó a vivir en Alto Verde junto a su familia. Una infancia humilde, con muchas carencias pero feliz y una juventud que la encontró dedicándose a sus hijos y con mucho trabajo. Las circunstancias no le permitieron culminar sus estudios escolares, por lo que tuvo que abandonar la escuela, sin embargo a medida que crecía comenzó a almacenar en su memoria versos acerca de su barrio, del paisaje y de vecinos y personas que querían cosas buenas para Alto Verde.
Quienes la conocieron, relatan que formulaba versos, poesías y las recitaba, pero tenía una limitación: no sabía leer ni escribir. Había desarrollado una capacidad para la recitación pero le faltaba poder materializar su arte . De todas formas las ganas y el deseo de mostrar a su “Alto Verde querido” permanecían con el correr de los días.
A los 50 años Carolina cumplió un gran sueño, asistió a un centro de alfabetización en una pequeña biblioteca del barrio y logró finalizar su educación primaria. Aprendió a leer y escribir, y según cuentan sus allegados, desde ese momento no se salvaba ningún “papelito”, todo era motivo para expresar sus pensamientos, ahora en letras a través de un lápiz y una hoja.
Porota escribió acerca de vivencias, anécdotas familiares, luchas, deseos para el barrio y sobre todo, intentó en muchos de sus escritos transmitir la idea de que es posible lograr objetivos y concretarlos pese a la circunstancias, pese a la edad.
En los años 90 con un esfuerzo personal y el acompañamiento de familiares, amigos y personas de su entorno, sus letras se tipearon y se encuadernaron formando los 50 ejemplares de su obra poética testimonial. Integrantes de la biblioteca del barrio que lleva su nombre destacan que la los escritos reflejan su propia historia y la de Alto Verde bajo el género de “una noble poesía”.
Títulos como “Mi Alto Verde Querido”, “Algo como nos Criamos” y “Sueños realizados”, forman parte de los ejemplares que se encuentran disponibles en la biblioteca “Carolina Fernandez de Santa Cruz”, inaugurada el último 12 de septiembre en el marco del aniversario del barrio en conjunto con la asociación civil Construir Futuro.
Ese día en su homenaje vecinos, amigos, familiares y funcionarios recordaron a “la poro” con un emotivo acto y la proyección de un micro documental, que refleja su vida en la mirada de su familia y conocidos, realizado por integrantes de la Red Alto Verde y la UNL.
Sin dudas la historia de Carolina dejó un legado en estos tiempos donde las adversidades se presentan como impedimento para cumplir sueños y realizar objetivos, pero invita a no bajar los brazos ni darse por vencido.