Durante el fin de semana, durante un operativo de transito, inspectores de la ciudad de Santo Tomé detectaron un caso de alcoholemia positivo a uno de los choferes que trasladaba a los chicos a un boliche de Esperanza.
Según funcionarios municipales, el teste dio 1,43 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que representa una gran cantidad de alcohol consumido lo cual implica un gran peligro para los jóvenes que podrían haber tomado ese transporte.
Gastón Borgna, Secretario de Gobierno de Santo Tomé, explica que estos controles empezaron hace unos meses para chequear los viajes estudiantiles y que también se sumaron los traslados a los boliches en otras localidades que salen desde la ciudad.
Los controles son tanto de alcoholemia como de la documentación de los choferes y de las unidades de traslado.
Florencia Fernández, una de las inspectora de tránsito que participó del operativos donde detectaron el control de alcoholemia explicó por LT10 que “había muchos chicos que estaban con ganas de divertirse y mucha ilusión de llegar al boliche” y agregó “era importante para nosotros que ellos entiendan que el control que estábamos haciendo era para su protección y su beneficio”.
La funcionaria resalta que fue una satisfacción para los agentes ver que los chicos y sus padres entendían que era realmente eran cocientes que no era en contra de ellos, sino que por el contrario estaban muy agradecidos.
Fernández detalló que fueron tres coches que se inspeccionaron y el tercero fue el que dio positivo y comentó que entre los propios inspectores se miraron por el olor a alcohol que había cerca del chofer pero “nosotros no podemos juzgar hasta tener la prueba” y agregó que “al darle las indicaciones no respondían” en incluso le pidieron unas 10 veces que no soplaba para hacer la prueba.