1. Sobreexposición al sol: a medida que se acerca el verano y la temperatura aumenta, el placer de tomar sol crece. Sin embargo, existen algunos limitantes si queremos evitar marcas, manchas o arrugas. Vale aclarar que, al exponernos al astro rey logramos obtener la tan ansiada Vitamina D. “Produce efectos antivirales por mecanismos tanto directos como indirectos, mientras que su deficiencia puede aumentar la probabilidad de infección por virus; además ayuda al metabolismo óseo, la autorregulación del calcio y las funciones del sistema inmune”, resaltó en diálogo con Infobae Romina Pereiro, licenciada en nutrición (MN 7722).
Sin embargo, cuando hay una sobreexposición estos efectos positivos pierden contra los negativos. Según indicó Paik, “el sol provoca la gran mayoría de los cambios en la piel que las personas asocian con el envejecimiento”, es por eso que se evidencian “líneas finas, arrugas, manchas marrones, piel correosa y puntos negros, sin mencionar que causa cáncer de piel”. Es por esto que resaltó la importancia de proteger la piel “aplicándose protector solar todas las mañanas para proteger su piel de los rayos UV diarios”, una acción que recomienda replicar “a lo largo del día para las actividades intensas bajo el sol”; en especial entre las 11 y las 15 horas.
2. Falta de sueño: distintas investigaciones científicas señalan que la falta de sueño provoca cansancio e irritabilidad durante el día, pero que, además, brinda consecuencias severas en la salud, tales como debilitar el sistema inmunológico, haciéndolo más susceptible a los virus, aumentar el riesgo de lesiones durante los entrenamientos intensos y puede alterar las hormonas que regulan el apetito.
“Dormir es un proceso por el cual nuestro cuerpo recupera energía, se eliminan desechos que se acumularon durante el día. Se regulan hormonas, se refuerzan las defensas y, además, se consolida la memoria”, afirmó en diálogo con Infobae la doctora Agustina Furnari (MN 163.237), miembro de la Unidad de Medicina del Sueño de Fleni.
Ahora cuando se trata de las marcas que deja en la piel, Paik afirmó que cuando se padece poco descanso se manifiesta una clase de estrés que se evidencia, en un primer momento, en el rostro, pero además se extiende al resto del cuerpo. “La falta de sueño también conduce a malos hábitos alimenticios que también contribuirán a una apariencia más envejecida”, añadió.
3. Deshidratación: el smog y la polución, además de la vida diaria, provocan que la piel se resienta y pierda su humectación natural. Es por este motivo que los expertos destacan la importancia de contar con cremas hidratantes para que la humedad permanezca en el rostro.
“La piel es un órgano dinámico y tiene capacidad de adaptación, pero cuando las pieles se deshidratan y se broncean pueden aparecer manchas, rojeces, alergias, nuevos lunares, entre otros aspectos. Es por esta razón que puede lucir engrosada, opaca y más áspera al tacto”, había señalado en diálogo con Infobae el médico dermatólogo Lucas Ponti.
4. Sedentarismo: la realización de actividad física es esencial para el organismo, pero más aún para la piel. Es que al impulsar la circulación de la sangre, el oxígeno se que obtuvo gracias al trabajo de los pulmones y el corazón puede llegar a todas las células; incluidas la del órgano más extenso del cuerpo. Según los expertos, para poder lograr lo mejores resultados, es imprescindible que el ejercicio se efectúe de forma regular.
“Haciendo deporte, además, vamos a cuidar la estructura ósea que está dentro del hueso y vamos a reforzarla. Por supuesto, necesitamos complementar esto con vitamina D que proviene del sol, así que si las actividades se hacen al aire libre es mucho mejor incluso psicológicamente hablando”, había indicado el médico cardiólogo y deportólogo Norberto Debbag (MN 51320), en diálogo con Infobae.
En ese tono, Paik resaltó que “el ejercicio regular estimulará la circulación alrededor de su cuerpo y, a su vez, aumentará la entrega de nutrientes a sus células. Esto mejora la salud y la retención del cabello, además de garantizar una renovación celular regular en la superficie de la piel y, por lo tanto, el cutis más brillante, suave y claro posible”.
5. Estrés: las corridas diarias pueden ser un efecto impulsor del estrés, más aún cuando se trata de personas con una alta presión en el trabajo. Sin embargo, no todo se reduce al ámbito laboral, ya que también puede tener lugar cuando existen problemáticas familiares o de pareja.
Según la dermatóloga, “el estrés continuo en cualquier forma puede tener un impacto duradero, y no solo ojos hinchados al día siguiente. Puede desaparecer la línea del cabello a velocidades récord y puede caer la producción de colágeno de la piel, lo que provoca líneas de estrés en la frente, patas de gallo en los ojos, además de una piel más opaca y una textura más áspera”. Pero, como si fuera poco, aún hay más, ya que “puede causar acné debido a un flujo de hormonas y, a medida que envejeces, aumenta la hiperpigmentación , lo que significa que las secuelas de esos granos pueden permanecer en tu rostro durante medio año o más”.
“Las alteraciones de ansiedad, por ejemplo en las mujeres, produce cambios en los niveles de hormonas sexuales. Llegado a un extremo se puede alterar su período menstrual y eso también se manifiesta en alteraciones en la piel”, explicó a Infobae el doctor Andrés Politi (MN73.970), miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, al tiempo que destacó que la grasitud de la piel, más allá de lo genético y la edad, también está muy vinculado a los estados de ansiedad.
6. Alcohol: muchas personas, durante las comidas, eligen una beber una copa de alcohol. Incluso, ya con el verano cada vez más cerca, la elección de una cerveza bien fría para enfrentar las altas temperaturas puede ser innegable. Sin embargo, todos estos aditivos pueden dejan una huella en nuestra piel, además de nuestro organismo.
“A medida que se envejece -explicó Leslie Ludwing, especialista endocrinóloga del Hospital Mont Sinay de Nueva York-, se tiene menos agua en el cuerpo y, por razones que no están del todo claras, también se siente menos sed. Eso hace que las personas mayores sean más propensas a estar deshidratadas. Beber alcohol puede sacar más agua del cuerpo y aumentar aún más sus posibilidades de deshidratación”. Es que la piel se vuelve más fina y seca a medida envejece el organismo, con el alcohol, en tanto, surge el envejecimiento intrínseco, el cual ocurre cuando la piel envejece más rápido de lo debido debido a su entorno y cómo vive
Una copa de vino o una pinta fría son la manera perfecta de relajarse después de un día estresante. Pero sepa que el alcohol puede afectar gravemente todo su cuerpo, desde la piel hasta el cabello y todo lo que está debajo. La moderación es clave y, desafortunadamente, parece que no hay un nivel de bebida que sea bueno para ti , sin importar todo el bombo publicitario sobre los antioxidantes en el vino tinto.
7. Tabaquismo: muchos no pueden abandonar el hábito de fumar y las consecuencias negativas para el organismo son indudables. “El humo induce exactamente los mismos cambios celulares que los rayos UV para dañar la piel, razón por la cual los fumadores muestran un envejecimiento rápido”, señaló Paik.
“Se puede dejar de fumar, individualmente o con ayuda. No suele ser fácil, pero sí es algo que muchos pacientes logran. Salir de una adicción de muchos años genera una gran alegría y satisfacción. Hoy existen profesionales que pueden orientar y acompañar en el proceso de dejar de fumar”, remarcó en una entrevista con este medio el doctor Guillermo Espinosa, coordinador del Grupo Antitabaquismo del Hospital Italiano (GRANTAHI).