Las vacaciones son el momento más esperado del año para desconectar y descansar, o al menos ese es el objetivo que tienen en mente prácticamente todas las personas que iniciarán este verano su período vacacional.
Pero aunque la desconexión sea el principal objetivo, existen algunas situaciones empeñadas en estropear la relajación y amenazan esa tranquilidad con la aparición del estrés.
Acá dejamos la lista con aquellas más comunes, y para las que hay que estar preparados, con el fin de mantener intacta nuestra capacidad para disfrutar del relax estas vacaciones.
Situaciones estresantes en las vacaciones
Las masificaciones son una constante, especialmente en los lugares turísticos por excelencia. Quizá si lo que buscas es optimizar el descanso y huir del estrés, lo mejor no es dirigirnos a localidades o playas abarrotadas por el turismo y buscar rutas o destinos alternativos. Una de las soluciones posibles puede ser organizar esas visitas turísticas en horarios distintos a los que todo el mundo hace, cambiar la hora de ir a la playa por la tarde o incluso plantearse un cambio de fechas en meses de menor ‘saturación’.
Las vacaciones familiares están llenas de momentos inolvidables, pero también pueden ser una fuente de estrés. Viajar con niños resulta, en ocasiones, algo poco compatible con el relax sobre todo si éstos son pequeños. Estar pendientes de sus necesidades, de las ‘amenazas’ del mar, o del sol, así como de la alimentación plantean la importancia de optimizar los momentos de relajación que podamos encontrar durante las vacaciones. Planificar todo lo posible es importante para generar unos automatismos que contrastan con la improvisación y el estrés que producen determinadas situaciones.
En plena era digital, donde tenemos todo al alcance de la mano, no se acaba de desconectar del trabajo. El uso del correo electrónico y la posibilidad de estar localizado a través del teléfono móvil implica que resulte complicado desconectar por completo. La clave para disfrutar y evitarlo es mantener alejados los dispositivos tecnológicos durante el día, y sólo llevarlos encima en caso de necesidad real.
El clima es algo que también afecta al descanso y la relajación, especialmente en el sueño. El calor es un elemento fundamental en muchos de los casos de insomnio veraniego. Una vigilia incómoda redunda en un ineficaz descanso, repercute en el carácter y siembra los mimbres del estrés por el nerviosismo que se produce ante la dificultad de conciliar el sueño. Utilizar técnicas de respiración para dormir y rebajar así el nerviosismo ante el insomnio es una manera de mejorar la vigilia.
Finalmente, la imposición de horarios durante las vacaciones puede resultar un hándicap para disfrutar plenamente. Desconectar significa aparcar las prisas y no ceñirse de forma estricta a unas rutinas horarias. Si bien es cierto que dependerá de las masificaciones, los horarios de playa, las horas de comida o las horas de excursiones no tienen por qué dirigir nuestro descanso. Huimos de las prisas y las carreras, así que no debemos autoimponernos un horario estricto sino disfrutar del tiempo que disponemos.
Seis consejos para alejar el estrés y descansar en vacaciones
En primer lugar se considera básico dejar a un lado cualquier dispositivo tecnológico durante el tiempo que se está de vacaciones. Aunque parezca mentira estar pendiente de llamadas, sean o no de trabajo, y contestar mensajes telefónicos es una manera de imponerse la ‘obligación’ innecesaria de estar al servicio de los demás y no al beneficio propio del descanso. La nomofobia, o miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil, es un problema real del que much@s no pueden huir siendo una amenaza para el descanso mental que requiere unas buenas vacaciones.
Otra de las cosas que resultan básicas para alejar el estrés durante nuestro período de descanso y que está relacionado con lo anterior es el de poder descansar de las redes sociales. Narrar cronológicamente un verano acaba resultando tan estresante que las vacaciones pueden significar una obligación más para quienes viven enganchados a sus perfiles. En este sentido existen estudios que afirman que más del 70% de las personas que se van de vacaciones subirán alguna foto en sus redes sociales en el período vacacional.
Como tercero de los seis consejos para alejar el estrés y descansar en vacaciones: es imprescindible dejar a un lado la agenda y realmente disfrutar el tiempo libre. Las vacaciones no pueden ser tampoco un motivo para el estrés como consecuencia de múltiples reuniones planeadas con amigos, familiares y otros compromisos sociales. Hay que aprender a decir ‘no’ y a hacer realmente aquello que nos apetezca sin estar sometido a una rigidez horaria, especialmente cuando queremos huir de ella.
No es menos importante, si vamos con hijos, poder dedicarse un tiempo para uno mismo o para la pareja. Cada vez en más alojamientos existen animadores sociales, guarderías y actividades con monitores para niños. Utilizar estos servicios para poder dedicarse tiempo es algo muy necesario para quien vive en familia, especialmente cuando las obligaciones laborales no están presentes. Durante el año, trabajo-casa y casa-trabajo es un binomio que potencia el estrés y si podemos, debemos dejarlos de lado durante las vacaciones.
Descanso óptimo. Dormir bien es imprescindible para disfrutar de un día de playa, de excursión, de viajes o de planes alternativos. El insomnio es un acicate para el estrés. Por eso, intenta respetar las horas de sueño y alterando lo menos posible dichas costumbres. Evita móviles, televisión, tablets y si el problema es el calor utiliza ventiladores o aires acondicionados. Dormir al menos seis horas de calidad es el mínimo recomendable.
Finalmente, los expertos aconsejan modificar ciertos horarios para evitar masificaciones y el agobio que ello supone. Visita la playa en horarios de tarde o primeras horas de la mañana, adelanta los horarios de comida y visita aquellos lugares en los que se prevé aglomeración entre semana en lugar del fin de semana. En definitiva, buscar alternativas.
Y por si todo esto no fuese suficiente, siempre te quedan los ejercicios de respiración que además de ayudarnos a la hora de regular nuestras variables fisiológicas van a suponer una ayuda cuando haya que contar hasta diez.