Incluso para algo a priori tan saludable como combinar distintas frutas son necesarias ciertas nociones básicas para beneficiar nuestra digestión. No se trata de ninguna restrictiva norma, simplemente, algunas consideraciones para sacarle mayor beneficio a tu licuado.
El máximo de distintos tipos de frutas que debés mezclar en la licuadora son tres. Existen hasta cinco clases diferentes (neutrales, dulces, semi-dulces, ácidas y semi-ácidas), así que tendrás un gran margen para dejarte llevar por tu creatividad.
Frutas ácidas
Poseen una gran cantidad de ácidos beneficiosos y contribuyen a reducir el colesterol, los triglicéridos o el ácido úrico.
-> Kiwi, limón, naranja, ananá, manzana (dependiendo de su variedad), uva, pomelo, arándano, etc.
Semiácidas
Tienen un sabor suave y un gran contenido en proteínas de alto valor biológico. Poseen los aminoácidos esenciales en la cantidad necesaria.
-> Frutilla, ciruela, membrillo, níspero (dependiendo de su variedad), frambuesa, durazno, mandarina, mango, etc.
Neutras
Son las más ricas en vitaminas, minerales y proteínas, de gran importancia para el funcionamiento del sistema inmunológico y el muscular.
-> Coco, palta, aceituna y frutos secos como almendra, avellana, maní, nuez, entre otros.
Dulces
A esta categoría pertenecen la mayor parte de frutas. No contienen ácidos, pero poseen una gran cantidad de vitaminas entre las que destacan la A, C y E.
-> Banana, cereza, higo, melón, pera, sandía, granada, grosella, etc.