A pesar de las advertencias de la Corte Penal Internacional, Vladímir Putin continúa incrementando la influencia nuclear de su país en la región. Luego de acordar una sociedad estratégica con China para la provisión energética, el conflicto Rusia-Ucrania toma un nuevo tenor con el despliegue de armas nucleares en Bielorrusia, que tiene frontera con los dos países que intervienen en la guerra.
"Rusia ya entregó a Bielorrusia el sistema misilístico Iskander, que puede transportar armas atómicas", anunció el presidente ruso, Vladimir Putin, citado por la agencia Tass. "Implementaremos en Bielorrusia también 10 aviones en grado de transportar armas nucleares tácticas", agregó el mandatario ruso.
Putin puntualizó que el despliegue de armamento nuclear tiene un objetivo táctico pero también de formación a los cuerpos militares bielorrusos. "Estados Unidos distribuye desde hace tiempo sus armas nucleares tácticas a algunos países, por ello el pedido de Bielorrusia de este tipo de armas a Rusia no es insólito", argumentó.
Finalmente, detalló que la medida fue acordada con el presidente Aleksandr Lukashenko "sin violar el régimen de no proliferación", y que la construcción de instalaciones de almacenamiento para las armas en Bielorrusia se completará el 1 de julio. Ese país ya fue un territorio aliado de Rusia, por donde circularon tropas del Kremlin hacia Ucrania. Además, Bielorrusia cuenta con fronteras con Letonia, Lituania y Polonia, tres países de la UE y de la OTAN.