A meses de conocerse la noticia, la Casa de la Moneda entregará en el mes de junio al Banco Central de la República Argentina (BCRA) la primer tanda de los nuevos billetes de dos mil pesos. La autoridad monetaria será luego la que decidirá el momento en que los nuevos ejemplares sean puestos en circulación.
En febrero, el BCRA anunció la emisión del billete de dos mil pesos en respuesta a la escalada inflacionaria, que obliga a un volumen cada vez mayor de ejemplares para realizar todo tipo de transacciones, incluso las menores como el pago en un restaurant. El nuevo billete fue desarrollado junto a la Casa de la Moneda y conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina.
El billete de mayor valor tendrá un impacto positivo para la economía, ya que “permitirá mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos” y “optimizar el traslado del efectivo y el manejo de caudales”. También le dará algo de respiro a la Casa de la Moneda, entidad encargada de la producción de los billetes argentinos, reduciendo el costo de impresión del papel moneda, ante las necesidades de millones de ejemplares que demanda a diario el Tesoro.
La continua emisión de papel moneda para asistir al Banco Central y al Tesoro Nacional colmó la capacidad de producción de la Casa de la Moneda, que desde hace tiempo se vio obligada a contratar servicios en el exterior para atender la demanda interna. Según los cálculos, estarían ingresando al país unos $250.000 millones (250 millones de ejemplares). Con la llegada del nuevo billete de $2.000, en tan solo poco más de 5 años, el hornero de $1.000, quedará relegado en la segunda posición.