Josefina es una nena que tiene 5 años y a los 2 años tuvo un coma diabético y descubrieron que era insulinodependiente. En ese momento y como era chica no necesitaba más que cinco inyecciones diarias. Pero como ahora creció necesita un sensor especial para medir sus niveles de insulina, desde IAPOS les dijeron que no se podían hacer cargo de su problema.
Mayra, es la mamá de Josefina y contó por LT10 que su hija tiene este problema hace años y se tiene que pinchar todos los días. Pero hace unos meses atrás tuvo una convulsión silenciosa y se le adormeció la mitad del cuerpo. Sus endocrinólogos insistieron en ponerle un sensor. su médica sube la receta al sistema y ellos me contestaron de que Josefina, para poder tener esto tiene que convulsionar más de tres veces, una hipoglucemia nivel tres, para que le puedan aceptar pagar el sensor. En otras palabras tendría que tener un riesgo mayor de vida".
"La diabetes tiene problemas a largo plazo como la ceguera. Si ella sigue así esto va a ir empeorando. Si ella no está bien controlada esto le va consumiendo sus órganos por dentro, la va lastimando", agregó la mamá.
Respecto del sensor, Mayra contó que "el sensor es un aparato que va colocado en el brazo y evita los pinchazos diarios, más que nada los nocturnos. Yo por mes tengo que tener $44.000 porque sale $22.000 y lo tengo que cambiar cada 15 días. Ahora lo pude comprar gracias a la ayuda de los papás de la San Antonio de Padua yo pude comprarlos con una colecta".
De tener este dispositivo, la nena podría realizar vida normal y su mamá la podría controlar y monitorear desde su celular.