Si bien debido a las elevadas coberturas iniciales de vacunación contra la Covid-19 hoy la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 no suele conllevar los riesgos que presentaba en las etapas iniciales de la pandemia, los especialistas advierten una importante disminución en la administración de los refuerzos de la vacunación, lo que representa un riesgo, especialmente en los mayores de 50 años o con enfermedades que comprometen su inmunidad y en las gestantes, que engloban el grupo denominado “de alto riesgo” de enfermedad grave.
Recientemente, desde el Ministerio de Salud de la Nación emitieron una recomendación para que toda la población reciba una dosis de refuerzo a los 6 meses (mínimo 4 meses) desde la última dosis aplicada (independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente); después de ello, un refuerzo cada 6 meses en las personas con “riesgo alto”; dosis de refuerzo a los 6 meses y con un esquema de inmunización anual para los de “riesgo intermedio”; y solo una dosis de refuerzo cada año a los que pertenecen al segmento de “bajo riesgo de enfermedad grave”.
Se considera de riesgo intermedio a las personas entre 6 meses y 49 años con comorbilidades no inmunosupresoras, como enfermedades crónicas y obesidad, y al personal de salud y personal estratégico. Como enfermedades crónicas se incluyen las respiratorias, cardiovasculares y diabetes, entre otras. Mientras que son personas de bajo riesgo de enfermedad grave aquéllas entre 6 meses y 49 años sin enfermedad de base o comorbilidad.
“Muchas personas han descuidado sus refuerzos de la vacuna contra la Covid-19, cosa que no deberíamos hacer. Si bien la emergencia sanitaria ha sido declarada como finalizada, está claro que la pandemia sigue y que el virus está instalado en todo el mundo y sigue contagiando”, afirmó la Dra. Miriam Rozenek, médica infectóloga y geriatra (M.N. 75773), Secretaria de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
“Para mantener la inmunidad, sobre todo proteger a quienes más riesgo tienen de presentar enfermedad grave y complicaciones (mayores de 50 años, las personas gestantes y los inmunosuprimidos, como los pacientes oncológicos, trasplantados, que viven con VIH o que tienen enfermedades autoinmunes) es importante mantener altas coberturas de vacunación, con los refuerzos recomendados al día”.
El número de casos de la enfermedad COVID-19 está en aumento en nuestro país en las últimas semanas, de acuerdo con datos de vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación. Los especialistas advierten que es central destacar que la pandemia no terminó, sino que sigue en evolución: “El virus continúa presentando modificaciones (mutaciones) como la más reciente EG.5. Por eso, es tan importante mantener los esquemas de vacunación y la actualización de las vacunas para la prevención de esta enfermedad; también es importante destacar que el grupo poblacional pediátrico, en especial entre los 6 meses a 5 años, es el menos vacunado” agregó la Dra. Rozenek.
De acuerdo con estimaciones de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), 33 millones de argentinos ya recibieron su esquema primario de inmunización para la prevención de la COVID-19 y se encuentran en condiciones de acceder a un nuevo refuerzo porque transcurrieron más de 6 meses desde su última dosis.
“Solamente con las buenas coberturas de vacunación contra la Covid-19 de la gran mayoría de la población podemos aspirar a controlar la enfermedad, sin las complicaciones que se presentaron antes de poder contar con la disponibilidad de la vacunación. Como con todas las vacunas, la efectividad de una vacuna puede ser muy buena, pero si no llega a los brazos de la población y queda en la heladera, no sirve”, completó la Dra. Rozenek.