La figura del secretario deportivo se volvió cada vez más relevante en los clubes. Sobre todo en Europa, donde hay un marcado éxito. Sin embargo, en Argentina todavía no termina de instaurarse y, en algunos casos, sin impacto deseado. Salvo excepciones, en la mayoría por ahora no se notan los réditos.
En Unión, salvo durante la estadía de Martín Zuccarelli, luego no resultó. El fiel ejemplo está en el saldo que dejó el grupo que encabezó Roberto Battión. Cuando se pensaba que ahora se podría reflotar con Cristian González como DT, al parecer no sería tan así. Es más, no sería prioridad por el momento.
Todo lo encara el presidente Luis Spahn, que cuenta todavía con algunas intervenciones de Zuccarelli como asesor, en algo que llama todavía la atención, porque no está más ligado al club.
Asimismo, el propio Kily llama a los apuntados como refuerzos para contar su idea e intentar tentarlos. Algo que ya pasó en la temporada anterior. Tanto es así como el conductor rojiblanco estaría bastante cómodo de este modo. Esto no quiere decir que termine llegando después un mánager. Esto es muy cambiante y cualquier cosa puede pasar, pero para Unión no hay apuro para tener un nexo entre cuerpo técnico y dirigentes.