Bariloche es históricamente uno de los destinos más visitados de la Argentina durante el año, pero en esta temporada de verano que acaba de comenzar está sufriendo la misma incertidumbre que otros centros vacacionales de nuestro país: las reservas son pocas y la incertidumbre de los hoteleros y comerciantes de la zona, mucha.
Sucede que por el momento en San Carlos de Bariloche las reservas turísticas para alojarse en hoteles del centro cívico de la ciudad arañan el 50%, mientras que en las cabañas trepan solamente hasta el 60%, según datos provistos por Martín Lago, presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Bariloche, al Diario de Río Negro.
El hecho de que las reservas de cabañas muestren una cifra algo mejor se debe a un interés que se viene registrando en los últimos años en Bariloche y que pasa porque los turistas buscan alojamientos con facilidades para cocinar y ahorrar algo de dinero.
Es que comer en Bariloche siempre resultó relativamente caro, aunque hay algunas alternativas económicas para cuidar el bolsillo: una trattoria italiana del centro cívico está promocionando un menú turístico a $9.900 que incluye plato principal, postre y bebida, mientras que a pocas cuadras sobre la calle Moreno una pizza grande de muzarella cuesta $6.100. En el centro también hay una promoción para desayunar de una café con dos medialunas a $1.800.
El Secretario de Turismo de Río Negro, Marcos Barberis, consideró que la elección de los destinos se regirá por “las tarifas” y que a pesar del contexto nacional el verano puede ser bueno para la ciudad: “Hay que ser cuidadosos con el cuadro tarifario. Estamos en un momento difícil para poner precio a los servicios o bienes que brindamos, pero hay que ajustar al máximo para ser competitivos en materia de precios”.
Cuánto cuestan las actividades en Bariloche
Un paseo a la Isla Victoria y al Bosque de Arrayanes cuesta $54.000 para mayores con traslado incluido, mientras que la excursión en lancha a Puerto Blest y Cascada de los Cántaros cuesta $62.000. Subir en aerosilla a la confitería giratoria del Cerro Otto cuesta $12.000 para los adultos