Las bajas temperaturas, el viento y la lluvia contribuyen a disminuir las defensas, contribuyendo a contraer un resfriado o gripe. Ambos pueden hacer que sufras problemas de oído como la otitis.
Tanto las personas mayores como los menores de cinco años son quienes más precauciones deben tomar, ya que sus sistemas inmunológicos son especialmente sensibles a las agresiones externas.
Consejos para proteger tus oídos del frío:
Usá un gorro: un gorro de lana o unas orejeras los protegen y aíslan del frío y evitan la penetración de microbios y, en consecuencia, de infecciones y otras enfermedades que los afectan.
Alimentate saludablemente: seguir una dieta rica en alimentos saludables que aumenten las defensas del cuerpo hará que éste pueda mostrarse resistente frente a enfermedades comunes como la gripe, el catarro o el resfriado. Todas estas afecciones pueden provocar otitis y otros problemas de oído.
Mantenelos limpios: tenerlos sanos depende también de la higiene. Para limpiarlos, evitá el uso de hisopos u otros objetos similares, ya que pueden provocar lesiones, y optá por otros productos como los difusores de agua marina.
Evitá los cambios bruscos de temperatura: no salgas a la calle sin tu bufanda y tu gorro, y evitá pasar tiempo en lugares excesivamente fríos.
Ventilá bien tu casa: bastará con que lo hagas 10 minutos al día para que los microbios y bacterias abandonen tu hogar. Centrate sobre todo en las habitaciones donde pasás más horas, como el dormitorio o el living.
No fumes: el consumo de tabaco favorece la acumulación de moco. Fumar activa o pasivamente contribuyen a este hecho, el cual, a su vez, es un factor predisponente de otitis.
Si estás sufriendo otitis, es momento de acudir al médico para que te prescriba un tratamiento.