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Miércoles 17 de Julio de 2024 - 08:28 hs

Pablo Prigioni: "El desafío es volver a tener una identidad defensiva"

El entrenador analizó el momento de Argentina, la consolidación de la idea de juego, el recambio y el futuro del seleccionado.

Pablo Prigioni y la Selección Argentina trabajan con amistosos por Europa. Mientras, se cumplen dos años desde su llegada al asiento de entrenador principal. Un proceso con golpes duros como la ausencia en el pasado Mundial o los próximos Juegos Olímpicos, pero con ideas igual de fuertes y claras para revertir la situación. El pasado, presente y futuro en palabras del entrenador argentino.

. La verdad es que no me he parado a hacer ningún análisis, ni estaba tan pendiente del tiempo. Quizá deba estar más pendiente del día a día que del pasado. Hay un par de lecturas que se pueden hacer. Situación difícil en cuanto a no haber podido jugar el Mundial o no haber tenido opción de jugar el Preolímpico de este año. Si mirás solo el resultado te impacta por lo que venía haciendo la selección los 20 años anteriores. Pero cuando me pongo a mirarlo más detalladamente y analizarlo con un poco de honestidad intelectual, esa frase que está muy de moda ahora mismo, y analizar paso por paso las cosas se hacer ver diferentes análisis. Si mirás los torneos que me tocó estar fueron solo dos: la Americup en Brasil y el Preolímpico en Santiago. En los dos llegamos a la final, uno lo ganamos, uno lo perdimos. Al analizar las ventanas, quedaban dos del Mundial, 4 partidos de 12. Ganamos dos y perdimos dos y hasta ahí llego. Los partidos con Chile que no pude estar me agarraron en un momento en Minnesota difícil para poder ir. Ganamos uno y perdimos uno, pero bueno, cuando empezás a analizar fino todo, minimizo mucho el daño que hace pensar que no se jugó el Mundial o no pudimos jugar el Preolímpico de este año con opción para entrar a los Juegos. Después hay mucho análisis más finos en los cuales soy siempre muy crítico de las cosas que veo, tanto en lo personal, qué podría haber hecho mejor, como también la realidad de la selección hoy. Yo pongo todo en la mesa. Eso es lo que me hace crear la hoja de ruta de ver qué es lo que necesita el equipo de ahora en adelante, cómo mejorarlo dadas las circunstancias que tenemos, los jugadores que tenemos, cómo están los que están disponibles, los que no están. A partir de ahí ver qué es lo que mejor le conviene al equipo.

- Sos uno de los más autorizados para responderme esto que es una pregunta que me hago y no tengo la respuesta. Argentina en el 2019 sale subcampeón del mundo, probablemente siendo el mejor equipo del Mundial. Si vos lo mirás al plantel y sacás a Luis, el resto están todos todavía disponibles, más allá de que ahora Marcos Delía no está o no están Taya, Agustín Cáffaro, pero están todos disponibles. En el 2021 ya en los Juegos nos pegamos una piña con la realidad, ¿cuál es tu lectura? ¿por qué se pasó del 2019 a hoy? ¿es solo Luis la diferencia?

- No es solo Luis, es un conjunto de cosas. Creo sí que Luis ha sido un jugador que tuvo la selección durante muchísimos años y minimizar su salida del equipo sería un error. Sobre todo, porque cuando vos ves ese Mundial del 2019 hay muchos jugadores, que algunos están en el equipo todavía, que jugaron a un nivel muy bueno, que era lo que se esperaba porque estaban en la edad de hacerlo, estaban en su prime. Facu (Campazzo), Lapro, Brussino, Pato (Garino) y Luca (Vildoza) estaban en una edad que era su momento con 25, 26, 27 años. También estaba Gaby (Deck) en una edad que esperás que el jugador dé su máximo. Lo que yo no esperaba es que Luis, casi con 40 años, quedara en el quinteto del Mundial. El que se salió del molde para mí ahí fue Luis, por más que sea él. Quizá tendías a pensar que su rendimiento iba a bajar comparado con otros mundiales y fue lo contrario. Yo creo que hasta incluso subió, y eso es lo que potenció al equipo y ayudó a que hiciera un Mundial extraordinario. Dos años después, el equipo no lo pudo sostener. Así son las selecciones, es muy difícil mantenerse, y lo que pasó con la Selección Argentina en 20 años es algo difícil de explicar y difícil de replicar. Hoy por hoy hay algunos jugadores, que todavía están en el equipo, que todavía tienen un poco de recorrido, algunos más, otros menos, pero sí que hay otra mitad del equipo que se está rearmando y en eso estamos. Hay veces que podés contar con todo el equipo y hay veces que no. Y nosotros hoy por hoy no tenemos el caudal de jugadores que teníamos años atrás en los que tenías de repente cuatro jugadores o cinco en la NBA, tenías otros siete u ocho en la ACB en equipos importantes, jugadores que eran determinantes en esos equipos, entonces tenías un caudal más amplio. La realidad nos dice que no tenemos ningún jugador en la NBA, que si tenemos cinco jugadores en Euroliga que son muy buenos y también tenemos algunos otros jugadores también muy buenos en algunos equipos de ACB y después muchos jóvenes, que están en Segunda División con proyección de que puedan dar ese salto a Primera, pero el caudal donde vos podés agrupar jugadores es menor y esa es la realidad.

- No sé qué tanto seguís lo que pasa por la cabeza del hombre común del básquet de Argentina, pero ¿creés que, de alguna manera, estaba más preparado para sufrir este bajón, por decirlo de alguna manera, en el 2017 después de los Juegos de Río, donde al irse Manu, al irse Chapu, se decía ‘bueno, es lógico ahora que caigamos’ y que por ahí lo del 2019 lo desacomodó al hincha común y no lo preparó para esto que estamos pasando ahora?

. Yo no me puedo poner en la cabeza del aficionado porque entran en juego muchos sentimientos y muchas veces el análisis que hace un aficionado lo hace desde la parte emocional. Es recontra respetable eso, pero a mí no me toca hacer ese tipo de análisis. Me toca de ir más profundo e intentar ver las causas de por qué el equipo, por ejemplo, no jugó el Mundial más allá que fue una situación muy rara. Lo que pasó con cinco equipos empatados en ocho victorias y justo nosotros por una diferencia de puntos quedamos fuera. Porque no es que te quedaste fuera ganando cuatro partidos o cinco o hiciste una eliminatoria desastrosa. No, ganando 8 de 12, que no es un mal número y cualquiera diría que con eso te alcanza, no alcanzó. Eso, por un lado. Por otro lado, y pensándolo más sobre todo este último año, me parece que hay algunos equipos que se ven muy perjudicados con el sistema de ventanas. Y ya no pongo solo a Argentina, y puedo dar las razones, pero te pongo Canadá por ejemplo. Canadá para el siguiente Mundial, de los 12 partidos de ventanas que van a ser, hay 8 partidos que no van a poder contar con sus jugadores NBA y tienen 12 jugadores de NBA. Si revisás el calendario de las próximas ventanas es probable que te de eso. Entonces diríamos que el sistema de ventana la recontra perjudica, porque nunca puede tener a sus mejores jugadores y ahí puedo ir a algunos otros equipos. De repente Dominicana también puede ser un equipo perjudicado porque tiene a Towns, Horford, Duarte y algunos jugadores NBA para jugar sus ventanas y no los puede usar. Después está el caso nuestro, que tenemos cinco jugadores de Euroliga, que puede que algunas ventanas no puedan venir, y aparte a nosotros lo que se nos suma es que el grueso de nuestros jugadores, por no decir los 12, siempre juegan en Europa, con lo cual los ventanas suelen empezar los lunes para jugar miércoles o jueves y sábado o domingo. La mayoría de nuestros jugadores juegan el último partido con su club un domingo. Puede que haya 2-3 en Madrid pero otrros no, con lo cual, el lunes no pueden viajar, recién van a Madrid o a Barcelona o a Milán o alguna ciudad principal para ahí tomar un vuelo, entonces llegan el martes, entrenan el miércoles y juegan el jueves. Imagínate que los doce jugadores hacen ese viaje y te toca jugar contra algunos equipos americanos que eso lo sufren con uno o dos jugadores nomás. Ese problema no lo tienen los equipos europeos. Pero no lo digo para decir si está bien o mal el sistema de ventanas, simplemente lo digo porque creo que es una realidad que nos afecta a nosotros y que tenemos que adaptarnos. Es un tema que hablamos con el equipo y que tenemos que estar preparados para cuando comiencen las siguientes ventanas del Mundial para buscar la máxima eficiencia. No solo en la cantidad de jugadores que podemos utilizar en las ventanas, que las pasadas fuimos el segundo equipo que más jugadores utilizó, 46. Brasil usó 22 en los 12 partidos, Dominicana 30, Venezuela 32. Creo que bajar ese número va a ayudar mucho a tener más una identidad de equipo. Cuando tenés el menor número de jugadores es más fácil cuando te juntás, el recordar lo que hacés, eso puede ayudar. Otro ámbito donde se puede mejorar es buscar las sedes correctas, eficientizar los viajes de los jugadores. Hay un montón de cosas que están sobre la mesa que tenemos que intentar ser lo más eficientes posible para que no nos pase lo que nos pasó en el pasado.

-¿Haber jugado el Mundial y/o los Juegos Olímpicos, cambiaría algo el horizonte de tu plano de lo que vos estás mirando para adelante? En cuanto a planear la ruta al Mundial 2027 y Los Ángeles 2028.

. Creo que el equipo había hecho méritos suficientes con esas 8 victorias para estar en el Mundial porque hubo un montón que entraron con 8 victorias con lo cual, lo que hubiera sido muy bueno para esta generación, sobre todo quizá para que algunos jugadores jóvenes hubieran tenido la posibilidad de poner un Mundial en sus hombros y le hubiera venido muy bien para los próximos años. Eso hubiera sido mucho más positivo que no jugarlo. Por otro lado, tengo muy claro que si hubiese jugado ese Mundial, o si hubiese tenido posibilidad de jugar este Preolímpico o entrar a los Juegos, el recambio que pide el propio equipo me parece que ya empezó el año pasado con el Preolímpico, donde ya vimos jugadores jóvenes que se metieron al equipo como Fran Cáffaro, como Juan Fernández, que hicieron una muy buena preparación antes de ir a Santiago. Incluso los dos jugaron muy bien en el torneo, entonces eso ya lo demandaba el propio equipo, sobre todo en la posición de los grandes. En ese proceso, se juegue un torneo o no, no hay que desviarse, y ahora lo único que hace es tener un poco más de tiempo para trabajar y eso es lo que estamos haciendo, no estamos perdiendo tiempo en absoluto. Este año llegamos con muchos programas ya en funcionamiento, como repetir el grupo joven que se hizo el año, se apuntó a que el grupo que le seguía se juntara y empezar a desarrollar más química entre ellos, con esas dos semanas y esos partidos en México y ahora varios de ellos estando con nosotros acá, se armó un programa con el preparador físico (Cristian Lambrecht) y varios jugadores jóvenes que él llamó muy apuntado en la parte física. Ese programa empezó en febrero, donde el Ruso está en contacto con este grupo de jóvenes para su mejora muscular y física y evolución y lo está siguiendo constantemente. Por otro lado pusimos en marcha también un programa de Open Gym. Básicamente es cuando los jugadores jóvenes terminan sus competencias de ligas y vuelven al país tener una estructura de entrenadores y un lugar donde quedarse y comida en Buenos Aires para que puedan entrenarse de lunes a jueves con entrenadores nuestros de selección, y a partir de los jueves a la tarde se van a sus casas, a disfrutar un poco de su familia, pero esta estructura colocada ahí de la cual se beneficiaron ya un par de jugadores como Lee Aaliya, Tomás Chapero y un par de jugadores más y creo que eso va a ir ganando lugar porque hay muchos jugadores que se han interesado mucho en eso, incluso jugadores ya más hechos. Por último, esta concentración, de no perder el tiempo, podríamos haber estado todos en nuestras casas, pero estamos aquí haciendo esta preparación que está sumando muchísimo y es de destacar el compromiso de casi el 100% de los jugadores.

- Si yo te pregunto por esta concentración, ¿qué objetivo tiene en concreto más allá de obviamente seguir insistiendo con  tu idea de juego y que haya más horas encima?

. El primero y principal para mí es que no me parecía bien que el equipo no se viera, no se juntara en un periodo tan largo sobre todo porque cuando se junta son ventanas, que ya vimos que no te da tiempo absolutamente para nada, solo para que recuperen del viaje, hacer un entrenamiento que es más preparar el partido y jugar. Con lo cual, ahí no podés implementar absolutamente nada y lo único que importa es el resultado. Congeniar los jóvenes con los que ya llevan tiempo, la única y mejor manera en la que lo podés hacer es con tiempo de trabajo. Por otro lado, el juntarnos y hacer un análisis de dónde estamos, a dónde queremos ir y cómo queremos ir.  En los primeros dos días de concentración en La Nucía hablamos mucho de esto y uno de los otros puntos clave fue hacer foco en lo defensivo, de intentar en este proceso empezar a construir nuevamente nuestra identidad defensiva, que se había perdido. Vimos algunos números, por ejemplo, desde el Mundial del 2019 hasta la fecha, donde los únicos torneos donde el equipo defensivamente estuvo bien, fue la Americup y ese Mundial, donde el equipo dejaba los rivales sobre los 70 puntos. Todas las demás competiciones, el equipo cedió mucho defensivamente y le anotaron cerca de 80 puntos, tanto en ventanas, si haces un global de las ventanas, Juegos Olímpicos en Japón e incluso hasta en el Preolímpico del año pasado sufrimos más defensivamente de lo que tenemos que sufrir. Entonces, el desafío para todo el grupo y para nosotros como selección es volver a tener una identidad defensiva. Creo que los jugadores lo absorbieron bien y desde el primer día lo están trabajando, no solo en los entrenamientos, sino que se está viendo trasladado a los juegos. En estos primeros tres partidos hemos dejado a los rivales en ese número y estamos día a día hablando, mirando y construyendo nuestra identidad defensiva, que eso se va a poder decir cuando seamos capaces de realmente sostenerlo, ese es nuestro desafío actual.

.¿Cómo me resumís las cosas que hablaron, lo de dónde estamos, a dónde queremos ir y cómo queremos ir?

- Estamos en una situación donde nos perdimos torneos importantes. Enfrente nuestro se vienen juegos, hablamos del calendario que tenemos desde acá hasta los siguientes tres años, cuáles son las ventanas. Hicimos como una hoja de ruta de los próximos años. Hablamos del número de 46 jugadores y que es difícil sostener, crear y mantener una identidad cuando cambian tantos jugadores. Hablamos del compromiso de intentar estar, de reducir ese número a la mitad, si se pudiera, y de tener mucha presencialidad en cada ventana. Creo que eso va a ayudar mucho a consolidar al equipo. Y el cómo, de volver a tener una identidad defensiva y a ganar los juegos desde la defensa. Ofensivamente el equipo tenía una idea ya desde el año pasado que la empezamos a implementar. Estuvimos puliendo algunas cositas también del tema ofensivo, pero el gran foco es en el cómo queremos llegar a competir en todos esos compromisos que tenemos por delante en los próximos años. Tiene que ser con el desafío de volver a ser un equipo que defiende con mucha solidez. Y el desafío prácticamente fue decir ‘bueno, en las ventanas que tenemos por delante, necesitamos ser top 3 en rating defensivo’. Y eso lo que nos tenemos que enfocar.

- Supongo que habrás visto parte de los repechajes. Yo los mire casi todos y me preguntaba si Argentina podría estar compitiendo, o sea, si podía estar jugando. En algunos casos, es la primera vez que pasan dos americanos con lo cual debería uno decir que sí, ahora también veía el grupo de Grecia y me parecía que sería muy difícil competir en este grupo ¿Hoy vos cómo la ves a Argentina en ese sentido?

. Depende obviamente qué grupo te toca caer, porque ese grupo era más complicado. Creo que Brasil lo hizo muy bien, pero también es cierto que no le tocó ni Grecia ni ese tipo de equipos que tienen mucho potencial, Todos los grupos estaban bastante parejos. El caso de España le tocó jugar con Bahamas de local, y terminó ganando. Cuando vos me preguntas a mí cómo veo el equipo, creo que el equipo tiene mucho por mejorar, tiene mucho potencial, pero lo necesitamos en su versión completa. Yo en los dos años nunca tuve la versión completa, nunca pudimos disfrutar del grupo completo, ni siquiera en la Americup cuando ganamos porque nos faltó Luca, no estaba Fran (Cáffaro) todavía, no estuvo Pato, que estaba con algún problema de lesiones... el año pasado en el otro torneo tampoco. Luca se lesiona en semifinales, no pudimos contar con él en la final, no estuvo Lea (Bolmaro) que es un jugador que defensivamente también nos sube mucho el nivel, no estuvo Juampi Vaulet que es otro jugador defensivo que nos podría haber dado mucho en el torneo de Santiago. Creo que con todas las piezas disponibles y con tiempo de preparación el equipo tranquilamente puede competir en un Preolímpico o un Mundial o en un torneo grande. Pero necesitamos poder contar con todos y trabajar. Realmente donde hemos podido trabajar fue el año pasado antes del Preolímpico, porque todo lo demás había sido ventana. Pero nos faltaron varios jugadores el año pasado para ir a Santiago y este año es el otro momento donde estamos pudiendo trabajar mucho y también nos están faltando algunos jugadores obviamente.  Pero bueno, también le pasa a otras elecciones. No lo quiero utilizar como excusa, simplemente que contesto a tu pregunta cuando vos me decís cómo yo veo el equipo. Con el equipo con el roster completo trabajando tiene potencial para hacerlo muy bien.

-¿Cuál va a ser o cuál es en tu cabeza el rol de los grandes en este proceso? Hablamos de Cáffaro, hablamos ya con mayor visión a futuro de Lee, en este en estos partidos te toca presentar un paquete de internos por ahí tiene un tema de desventaja física con Gonzalo (Bressan). Juan quizá está más acostumbrado, pero indudablemente es en donde Argentina hoy está un poco más débil. Igualmente, con el equipo completo, ¿cuál es tu idea de los grandes?

. El tema físico no ha sido solo un problema de ahora de la selección, muchos años lo tuvimos, quitando al grupo obviamente del 2000 al 2015, que tenía más envergadura y talla. Argentina siempre sufrió con la parte física, por eso la importancia de poder, sobre todo defensivamente, tener una buena estructura, donde la defensa es la defensa de equipo, no es un jugador o dos jugadores que te apuntalan la defensa, como le puede pasar a Francia que tiene a Gobert o Wembanyama y ellos te garantizan que te van a proteger la pintura, te van a proteger el aro. Nosotros necesitamos más trabajo de conjunto, más solidez grupal defensiva para tener una buena performance en esa área. Los grandes, más allá de que no tienen la fortaleza o un gran tamaño, tienen buena movilidad y tienen inteligencia. Creo que Fran es quizá nuestro jugador más fuerte, con más talla, más presencia, pero después los demás, tanto Juan que lo está haciendo muy bien de 5, es un jugador que podría hasta jugar de cuatro en algunos momentos, pero lo utilizaron mucho de 5 y está jugando ahí también. Ahora tiene mucha movilidad y mucha versatilidad, lo mismo Gonzalo, que es un jugador inteligente que sabe colocarse. Sí, no tiene la potencia física, pero lo compensa con estar en el lugar correcto. Chapa (Tomás Chapero) es nuestro jugador quizá más joven y es el que tiene que ganar más musculatura, más presencia y más dureza en esa posición, y yo creo que ellos tienen mucho por mejorar, pero que aprenden rápido y que se va a ver esa mejora más pronto que tarde.

- Para la ventana de noviembre y de febrero y la Americup del año que viene, ¿cómo está el tema de tu posible presencia o no en esas dos ventanas y cuál sería el objetivo en la Americup 2025, que sería el próximo torneo grande para Argentina?

. El tema de la presencialidad mía en las ventanas todavía es muy pronto. Me gustaría obviamente poder estar, pero no lo puedo garantizar ya si estaré o no porque todavía falta mucho para eso y hay muchas cosas que determinan eso. Sobre todo cuando está llegando la fecha porque depende situaciones en mi equipo. Si está fácil para ir o no, depende de las urgencias y la facilidad que haya para que yo pueda viajar. Por otro lado, trabajamos para que, en el caso de que yo no esté, cualquiera de los entrenadores asistentes pueda llevar adelante el equipo y que sea algo más del equipo y no tanto de quién esté. Hablé con los jugadores de este tema y ellos son los más importantes de todo. La presencialidad de ellos es la más importante. Yo tuve la oportunidad de tener varios entrenadores en la selección muy buenos, muy buenos todos, pero me parece que lo más importante era la que estuviera el grupo de los jugadores, que son los que se conocen entre sí, que pueden facilitar este esquema de ventanas de un día, llego, entreno y al otro día juego, así que el compromiso de ellos creo que es más determinante que incluso el del entrenador. En cuanto a la Americup, creo que ha perdido un poco de interés. Ya lo vimos en la pasada, donde Canadá tuvo a todo su equipo con jugadores NBA para la ventana y dos días después, que había que viajar a Brasil para el torneo, llevó solo un equipo de jóvenes. Eso nos hace pensar también a nosotros, dada la diferencia de edad entre los jugadores que tenemos en el equipo, si realmente queremos que los jugadores más veteranos vayan a ese torneo o no. Es muy prematuro ahora, ni siquiera hemos clasificado todavía. Sin embargo, creo que es el actual sistema de ventanas lo que le quitó brillo a ese a ese torneo, que ya no te clasifica para nada y muchos países, puede que vayan con jugadores más jóvenes o incluso puede que haya jugadores importantes a los que no les sea atractivo ir ya. Entonces cuando llegue el momento veremos si estamos clasificados y veremos qué es lo mejor para el equipo. Si es buscar un combo o si fuera lo mejor ir con el corazón del grupo joven a que juegue en un torneo de esas características. Falta mucho para eso, pero son conversaciones que empezamos a tener.

- La pastilla extra es y de NBA: seguís en Minnesota como entrenador. ¿Extendiste tu contrato y qué pensás de esta temporada después del campañón que hicieron?

. Acabo de renovar hace un par de semanas por tres años más. Estoy muy contento, esta fue mi quinta temporada en la NBA. Cuando miro para atrás, recibimos un equipo que había que reconstruir con muchos cambios, muchos traspasos, selección de jugadores jóvenes y perder primero para luego poder ganar. Hay muchas veces que esto no se valora y yo creo que lo he visto y lo veo cada vez más, no solo en la NBA, sino en todos lados. Hay siempre un concepto de hay que ganar ya y la realidad es que, habiendo vivido este proceso de perder, de tener dos temporadas de 20 victorias y muchas derrotas, llegar al año 3 y ya meterte en playoffs, con 42 victorias el cuarto año también playoffs y ya este último año, ver a todos esos jugadores que empezaste a traer jóvenes cómo han mejorado año tras año y cómo el equipo ha ido mejorando hasta ir primero en casi toda la serie regular y llegar a la final de conferencia, ha sido un proceso de aprendizaje muy bueno, no solo en esta última temporada, sino las últimas cinco que llevo ahí. Y ahora mismo estamos en ese proceso. Seguimos ayudando a crecer a este grupo joven como Edwards, como Reid, como McDaniels, que son un poco la base nuestra jóvenes, más KAT, la llegada obviamente de Gobert, Conley. El ver la evolución de todos estos jóvenes y cómo están jugando y mejorando su versión es muy gratificante.

 

Fuente: basquetplus