Una nueva edición de los Juegos Olímpicos se pondrá en marcha este miércoles, marcando el comienzo del evento deportivo que paraliza al mundo y que tiene una historia de casi 3.000 años.
París 2024 será la trigésimo tercera edición de los Juego Olímpicos modernos, que comenzaron a disputarse en 1896 en Atenas, Grecia. Pero su origen en realidad se remonta a hace más de 2.000 años.
Los Juegos Olímpicos de la antigüedad comenzaron a disputarse en Grecia, a partir del año 776 antes de Cristo, y participaban en diversas competencias atléticas los representantes de las ciudades -estado.
Al igual que en la actualidad, generalmente se llevaban a cabo cada cuatro años y el tiempo entre cada edición era denominada “olimpiada”.
Entre las pruebas deportivas más destacadas estaban la carrera de velocidad, que era de 197 metros; el diaulo, que era una carrera de ida y vuelta; el hoplitódromo, que era una carrera con armamento que servía de preparación para la guerra; salto de longitud, lanzamiento de disco y de jabalina, lucha, carreras de carros y hasta el pentatlón.
Su final, una causa religiosa:
Los Juegos Olímpicos de la antigüedad dejaron de celebrarse en el año 393 después de Cristo, casi 12 siglos después de su comienzo, cuando el cristianismo fue adoptado como religión oficial del Imperio Romano.
En aquel momento fue cuando el emperador Teodosio prohibió toda celebración pagana, entre las que estaban incluidos los Juegos Olímpicos.
Pierre de Coubertin, el padre de los Juegos Olímpicos modernos:
Durante la última década del Siglo XIX, el barón Pierre de Coubertin puso manos a la obra para fundar el Comité Olímpicos Internacional para establecer unos Juegos Olímpicos que se celebraran cada cuatro años.
Esta idea fue presentada durante el primer Congreso Olímpico, en junio de 1894, y se estableció que la primera edición se llevaría a cabo en Atenas, solo dos años después.
Este fue el nacimiento de los Juegos Olímpicos modernos, que ya tienen casi 130 años de historia y generan el mismo interés de siempre en el público.