Colón viene de ganar un partido ante un rival clave en la lucha por quedarse con el primer lugar de la Zona B de la Primera Nacional, el cual ostentaba con comodidad en el primer tramo de la competencia y luego perdió producto de su bajón futbolístico.
El gran triunfo ante Gimnasia de Mendoza, que llegó como líder a Santa Fe, renovó las energías y la expectativa por luchar por ese lugar de privilegio, que luego otorgará la chance de pelear en un mano a mano con el ganador de la Zona A el primer ascenso a la Liga Profesional.
El Sabalero, tras el porrazo que sufrió en Salta frente a Gimnasia y Tiro, vivió una semana muy especial bajo la conducción de Rodolfo De Paoli. En su debut apostó por el sistema 3-4-1-2, el cual no dio ningún tipo de resulados, y lo modificó al 4-1-4-1 para enfrentar a los mendocinos.
Si bien no se vio un gran progreso desde lo futbolístico, el equipo mostró mucho carácter y amor propio, dones que le habían faltado en sus últimas presentaciones, sobre todo en condición de visitante.
De cara al partido ante Gimnasia de Mendoza, el DT dispuso de una concentración larga, ya que el plantel se juntó el viernes por la tarde, y compartieron el sábado y el domingo. El resultado fue positivo, ya que la victoria llegó ante un rival directo, y la fecha fue muy productiva debido al empate de Aldosivi y la caída de San Telmo.
Para este partido que se viene ante Nueva Chicago, del próximo lunes 26 de agosto a las 16.10, la idea de De Paoli es nuevamente apostar por una larga concentración. El viaje estaría pautado para el sábado luego del almuerzo, mientras que el domingo el plantel trabajaría en el predio de la AFA, para luego esperar el cotejo clave en la lucha por el primer puesto de la Zona B.