Colón ingresará en la recta final de la Zona B de la Primera Nacional donde ya no tendrá margen para el error si su objetivo es quedarse con el primer lugar, que le dé la chance de disputar la primera final por el primer ascenso a Primera División.
El equipo de Rodolfo De Paoli no muestra indicios de mejora desde lo futbolístico, ya que al bajísimo rendimiento de muchos jugadores no se nota una idea de juego clara que lo pueda sacar del momento de profundo desconcierto y confusión.
Encima, el entrenador sigue sin poder contar con todos los jugadores a su disposición, tomando como referencia que cuando asumió recién se había roto los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda Ignacio Lago, el más determinante que tuvo en la temporada.
Con el desembarco de De Paoli también llegaron Joel Soñora, José Neris, Andrew Teuten y para este último partido Nicolás Fernández, quien con apenas unos movimientos con sus compañeros tuvo su debut en la derrota ante Temperley, dejando una buena impresión.
El entrenador hizo referencia a las bajas obligadas luego del triunfo ante Morón, y en este cotejo ante el Gasolero quedaron expuestas varias más. El DT no pudo contar con el suspendido Paolo Goltz, y tampoco con los lesionados Christian Bernardi, Alexis Sabella y Teuten.
En tanto que en el inicio del partido se desgarró Sebastián Prediger, quien tendrá entre tres y cuatro semanas de recuperación. José Neris salió con una distención muscular, según sus propias palabras, en tanto que Alan Forneris también reportó inconvenientes en su pierna izquierda.
En tanto que Oscar Garrido fue expulsado y no podrá ser considerado en la próxima fecha ante Brown de Adrogué. Estará para volver Goltz y seguramente Ezequiel Herrera, quien fue marginado a último momento por el fallecimiento de un familiar, como el mismo De Paoli lo contó.