Quedó más que claro que en Argentina no hay proyecto que aguante. Mucho menos en Colón, que tiene la necesidad de ascender este año y por eso, el paso de Rodolfo De Paolo duró apenas 40 días. Fueron seis partidos, donde ganó dos y perdió cuatro.
Independientemente del respaldo del plantel, la dirigencia tuvo que cortar el ciclo con un equipo que cayó al último lugar de la zona de Reducido. Incluso, ahora con el peligro inminente de perder ese casillero. Una crisis deportiva inusitada después de una primera rueda a puro brillo, pero que se desplomó en la segunda.
A diferencia de lo que como se dio con Iván Delfino, la dirigencia trató de ser más ordenaba y trató el tema al día siguiente en un par de reuniones, la final con De Paoli, a quien le comunicaron la decisión de despedirlo. No quería renunciar, porque era respaldado por los jugadores, pero la postura estaba clara.
Fue así como comenzó la búsqueda del sucesor, pero a la vez, las negociaciones para la rescisión, ya que tenía contrato hasta fin de año. Por lo que pudo saber Diez en Deportes, ya hay acuerdo de palabra, por lo que quedarán por delante las formalidades para la desvinculación y que el club quede en condiciones de sumar a otro técnico.
Quedará para el debate si fue un error de la dirigencia o no, pero lo concreto es que Colón tendrá un tercer conductor en el campeonato que lo tuvo varias fechas en la cima.