Un artículo publicado en la revista académica British Journal of Medicine asegura que la cerdita de la popular serie infantil Peppa Pig “inculca expectativas poco realistas de atención médica a los pacientes por culpa de uno de sus personajes”.
No hay que pensar que los médicos pueden comportarse como el Doctor Brown Bear, que acude raudo a domicilio a cada tos de los personajes y prescribe medicamentos superfluos, aconseja la publicación científica, en su última entrega publicada el lunes.
"Mirar Peppa Pig y su descripción de la medicina generalista aumenta el nivel de exigencia de los pacientes y fomenta el uso abusivo de los servicios sanitarios", escribió la doctora Catherine Bell, médica general de Sheffield y autora del artículo.
Por ejemplo, cita la publicación, hay una escena en que la cerdita tiene unaerupción cutánea y el oso médico la visita a domicilio y le receta una medicina, "pese a admitir que responde puramente a la demanda de la paciente, y de que dice que es muy probable que la erupción desaparezca rápidamente al margen" del medicamento.
En este caso, "el Doctor Brown Bear está recetando o bien antibióticos en una era de creciente resistencia a los antibióticos, o está recetando medicinas (¿paracetamol?) que se venden libremente en la farmacia".
El Doctor Brown Bear "proporciona a sus pacientes un servicio excepcional, rápido, con teléfono directo, continuidad en la atención, horarios prolongados y un umbral muy bajo para visitas a domicilio".
Y eso, "¿no alimenta expectativas poco realistas de la atención primaria?", se pregunta Bell, en un momento en que “la sanidad pública británica sufre para atender a todo el mundo, falta de financiación y mano de obra”.