Desde el inicio de la cuarentena, en marzo pasado, cientos de miles de personas con discapacidad en todo el país padecen la interrupción de sus tratamientos presenciales, debido a las restricciones impuestas por el aislamiento dispuesto por las autoridades a causa de la pandemia del coronavirus.
Debido a esta situación, que agrava la salud física y mental de los pacientes y sus familias o personas a cargo, y frente a un horizonte poco claro de parte de las autoridades en la materia, el diputado nacional Juan Martín, de Juntos por el Cambio, solicitó mediante un proyecto de declaración en el Congreso que la Agencia Nacional de Discapacidad y el Ministerio de Salud de la Nación elaboren en forma conjunta el protocolo de reapertura ordenada y paulatina de las prestaciones presenciales en centros de día e instituciones afines. Y a su vez elevó a estos organismos un protocolo confeccionado de manera conjunta con la Fundación Matilde Bagli, que preside Juan Manuel Bagli, que se ofrece como modelo sugerido para que la iniciativa se concrete.
El proyecto cuenta con la adhesión de los diputados Lidia Ascárate, Sebastián Salvador, Claudia Najul, Albor "Niky" Cantard, Gonzalo del Cerro, Lorena Matzen, Ximena García, Gustavo Menna, Josefina Mendoza y Martín Berhongaray.
“El confinamiento ha supuesto la ruptura abrupta de una rutina perfectamente asumida y asimilada por los pacientes, quienes han visto alterada su forma de vida con la desaparición de horarios, la inasistencia a los centros terapéuticos y la interrupción de las terapias no farmacológicas”, advierte Juan Martín en la iniciativa presentada.
El legislador radical de Santa Fe subraya que “hoy la realidad nos muestra con mucho pesar, el retroceso al que se expone, y que en algunos casos han sufrido efectivamente las personas en situación de dependencia durante el confinamiento. Ha acelerado el deterioro cognitivo conductual y emocional al perder la prestación presencial, lo que influyó negativamente en tan solo 6 meses en los avances obtenidos para la mejora en su calidad de vida”.
“Vemos que la situación de las familias que tienen a personas con discapacidad en casa (a veces incluso en situaciones de crisis con conductas disruptivas, marco de su patología) se torna extremadamente compleja. Esto provoca un profundo deterioro en la salud física y psicológica de la persona que asume la responsabilidad de su cuidado y atención por no contar con las herramientas para dicha tarea. En definitiva redunda también en una situación desfavorable para la persona que requiere de la atención y cuyo núcleo familiar se encuentra imposibilitado de brindar las prestaciones que solía recibir. Un círculo vicioso muy angustiante, donde la calidad de vida de todo el núcleo familiar se afecta de manera sustantiva, por lo que requiere un abordaje urgente de las autoridades”, agrega Juan Martín.
Por eso, para el diputado “urge poner el foco en reactivar progresivamente las prestaciones presenciales brindadas en los centros educativos terapéuticos, centros de día, servicios de rehabilitación, servicios de apoyo a la inclusión educativa y modalidades de prestaciones de apoyo a personas con discapacidad, con el fin de que en los mismos se pueda llevar a cabo la atención de los servicios de terapia, rehabilitación, atención temprana y atención diurna. Debiendo, a su vez, llevarse adelante una incorporación progresiva de concurrentes según criterios como, necesidad social, vulnerabilidad y grado y nivel de dependencia”.
Las medidas propuestas
El modelo de trabajo presentado por el legislador junto a la fundación que preside Juan Manuel Bagli incluye un minucioso esquema con todas las medidas necesarias para evitar contagios de Covid-19. Estas pautas determinan recomendaciones generales preventivas para trabajadores y pacientes; capacitación a todo el personal; cómo deben realizarse los traslados hacia y desde los espacios para personal y pacientes; qué controles implementar con proveedores y contratistas; las maneras más efectivas para la limpieza y desinfección de los lugares en general, las aulas y consultorios; la gestión de residuos; qué hacer frente a un caso sospechoso o confirmado de coronavirus; y una serie de puntos cuyo estricto cumplimiento asegurarán las prestaciones.
Para Juan Martín y la fundación “con la incorporación a la nueva normalidad, las medidas que se establezcan deben basarse en la prudencia, primar la garantía de seguridad para todas las personas y la minimización de los riesgos. Esta situación también debe convivir y equilibrarse con la respuesta rápida a las personas con discapacidad y sus familias. Tras este largo período de confinamiento y aislamiento, este plan de transición debe ser gradual, asimétrico, y adaptable a los cambios de orientación necesarios en función a la evolución”.