Un exfuncionario policial de 51 años fue condenado por haber sustraído un teléfono celular en el lugar en el que se cometió el quíntuple femicidio en 2017 en la ciudad de Santa Fe. Se trata del exjefe de la Segunda Zona de Inspección de la Unidad Regional I, Jorge Walter Attie, quien le hurtó el dispositivo a Franco Lescano, familiar de las víctimas de la llamada "masacre de barrio Alfonso".
El uniformado deberá cumplir tres años de prisión en suspenso y fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por seis años. Asimismo, se resolvió que deberá entregar 60.000 pesos como resarcimiento a la víctima y pagar una multa de 30.000 pesos al MPA.
La pena fue impuesta por el juez Pablo Busaniche en un juicio abreviado en la capital provincial. Por su parte, el fiscal Ezequiel Hernández estuvo a cargo de la investigación e informó que “el condenado asumió su responsabilidad penal por el hecho ilícito”.
Teléfono
El fiscal señaló que “alrededor de las 15:00 del viernes 29 de diciembre de 2017, el entonces funcionario policial llevó a cabo su accionar delictivo en el lugar en el que fue cometido el quíntuple femicidio”. Aclaró que “fue alrededor de una hora después de que Facundo Javier Solís les quitó la vida a cinco personas en tres viviendas ubicadas en inmediaciones de Monseñor Zaspe al 4.100”.
Hernández expuso que “Attie se aprovechó de la situación de indefensión en la que estaba la víctima, quien no solo había presenciado el ataque a sus seres queridos, sino que también había recibido un disparo de arma de fuego que le causó lesiones”.
Por ello, fue condenado como autor de hurto calamitoso agravado (por haber sido cometido por un integrante de las fuerzas de seguridad).
Quíntuple femicidio
Hernández recordó que “el quíntuple femicidio ocurrió en tres viviendas lindantes”. En tal sentido, indicó que “el autor trabajaba en el Servicio Penitenciario provincial y en 2019 fue condenado a prisión perpetua en el marco de una investigación que encabezó el fiscal Gonzalo Iglesias”.
Planteó que “Solís cometió los hechos ilícitos en perjuicio de su expareja y de otras cuatro personas del entorno familiar”, y agregó que “también intentó matar al dueño del teléfono celular sustraído por Attie”.
Solís fue condenado como autor de homicidio calificado (por el empleo de arma de fuego, por el vínculo y por haber sido perpetrado por un hombre en contra de una mujer mediando la violencia de género -femicidio), en perjuicio de Mariela Noguera.
También fue condenado como autor de otros cuatro homicidios calificados (por el uso de arma de fuego y por haber tenido el propósito de causar sufrimiento a una persona con la cual había mantenido una relación de pareja -femicidios vinculados). Las víctimas de estos ilícitos fueron la hija, la madre, la hermana y el novio de la hija de Mariela Noguera.
Por último, también se le impuso la pena por la autoría del delito de tentativa de homicidio calificado en perjuicio de quien era sobrino de Noguera, y a quien el policía Attie le sustrajo el celular.