La reina Isabel nombró a Liz Truss como primera ministra británica, encargada de conducir al país en el marco de una recesión y una crisis energética que amenazan el futuro de millones de hogares y empresas.
Truss, la cuarta ocupante del cargo en seis años, voló a la casa escocesa de la familia real para que la monarca de 96 años le pidiera que formara un gobierno. Reemplazará a Boris Johnson, quien se vio obligado a renunciar después de tres tumultuosos años en el poder.
"La reina recibió en audiencia a la muy honorable parlamentaria Elizabeth Truss y le pidió que formara una nueva administración La Sra. Truss aceptó la oferta de Su Majestad y le dio un beso de manos en su nombramiento como Primera Ministra y Primera Lord del Tesoro", comunicó el Palacio de Buckingham.
Truss se enfrentará a una de las listas de problemas más abrumadoras de cualquier líder de la posguerra en Gran Bretaña cuando la inflación alcance los dos dígitos, el costo de la energía se dispare y el Banco de Inglaterra advierta sobre una recesión prolongada para fines de este año.
Su plan para impulsar la economía a través de recortes de impuestos y, al mismo tiempo, proporcionar potencialmente alrededor de 100.000 millones de libras (US$116.000 millones) para limitar los costos de la energía ya sacudió los mercados financieros, lo que llevó a los inversores a deshacerse de la libra y los bonos del Gobierno en las últimas semanas.