Las insolaciones, quemaduras de la piel, reacciones alérgicas a plantas e insectos y molestias estomacales son los malestares que más se pueden dar durante las vacaciones. Si bien pueden durar entre uno y dos días, si no se tratan cuando aparecen, se pueden complicar.
El botiquín de verano más completo debería incluir:
- Medicamentos para aliviar dolores.
- Para los resfríos.
- Combatir picaduras, quemaduras, alergias, insolación.
- Curar heridas.
- Aliviar golpes y torceduras.
- Además, incluir vendas elásticas, banditas, alcohol y termómetro.
- No saltearse los antitérmicos y analgésicos como ibuprofeno y paracetamol (venta libre), antiácidos, pantalla solar, protector labial, gorros, repelentes (atención con el dengue y la fiebre amarilla).
-Todo guardado en un botiquín pequeño, con cierre hermético, fácil de transportar y mantenido en lugar fresco, alejado del sol y de los alimentos.
-Si hay chicos, no olvidar la crema de bismuto para casos de diarrea.
-Si se padece alguna enfermedad, se recomienda llevar una cantidad de medicamentos superior a la que se necesitaría para los días programados de viaje y guardados en dos lugares diferentes, para evitar las complicaciones que generaría la interrupción del tratamiento en caso de pérdida.