Una niña de 5 años tuvo que ser internada en las últimas horas en un hospital privado del macrocentro de Rosario con síntomas compatibles con síndrome urémico hemolítico (SUH). Allí confirmaron que padece la enfermedad, que puede ser grave.
Es el segundo caso en Rosario desde que comenzó el año. En otro sanatorio privado de la ciudad permanece internada una chiquita de dos años que también contrajo escherichia coli, la peligrosa bacteria que dispara el SUH y que se puede adquirir por consumo de carne mal cocida, verduras y frutas mal lavadas, contacto con aguas contaminadas o vía fecal-oral.
La niña que diagnosticaron en los primeros días del año, y que tuvo consecuencias importantes en su organismo, sigue internada. En los últimos días se mantiene estable.
Ante el aumento de diagnósticos (ya con 8 casos en menores de 12 años, en pocos meses) el área de Epidemiología municipal pidió a la población que tome todos los recaudos para evitar la infección, que no solo se produce por hamburguesas que contienen carne cruda, como supone la mayoría.
De hecho, en estos dos últimos casos detectados en Rosario, las niñas no habrían consumido productos sin cocción, y todo apunta a que adquirieron la bacteria en piletas.
La Secretaría de Salud Pública municipal está elaborando un documento en el que pone el acento, justamente, en cómo mantener la correcta limpieza de piletas de cemento, plástico o de lona.
¿Cómo se contagia?
El síndrome urémico hemolítico se produce por una bacteria que puede ingresar al organismo de diversas maneras. Los más afectados son los niños y niñas menores de 5 años, y los adultos de más de 65, aunque puede presentarse en todas las edades.
La enfermedad, en algunos casos, tiene la capacidad de afectar en forma severa los riñones (es la principal causa de insuficiencia renal aguda pediátrica en el país y la segunda de insuficiencia renal crónica) pero también puede generar trastornos en el intestino, páncreas, corazón y sistema nervioso central. Tiene una alta incidencia en la Argentina, donde cada año se reportan más de 400 casos.
En Rosario, en los últimos diez meses fueron diagnosticados ocho niños de entre 2 y 12 años, con síntomas de moderados a severos.
El síndrome se presenta con diarrea que puede tener sangre, dolores abdominales, vómitos, palidez, menor producción de orina y hasta puede generar convulsiones.
Cuando los síntomas no son tan graves, y aparece solo la diarrea y por pocos días, muchas veces el paciente no llega a ser diagnosticado, por lo que se supone que hay muchos más casos de los notificados oficialmente.
Con la aparición del primer diagnóstico del año en Rosario, la Secretaría de Salud pública de la Municipalidad ya había elevado la vigilancia para que los equipos de salud sospechen rápidamente la enfermedad, al tiempo que solicitó a la población que tomen medidas preventivas. Ahora doblará los esfuerzos en ese sentido.