El cierre de la fecha FIFA de marzo dejó un saldo positivo para la selección uruguaya, con el empate ante Japón y el triunfo 2-1 frente a Corea del Sur, incluido el estreno de cinco jugadores en el combinado absoluto y, sobre todo, la confirmación que gestionó tan mal a Diego Alonso a Uruguay en el Mundial Qatar 2022 y despilfarró una oportunidad histórica para que la generación histórica tuviera un buen cierre, que duele recordar lo que ocurrió hace cuatro meses.
Con poquito, porque faltaron titulares por lesiones y suspensión, el interinato de Marcelo Broli reafirmó las fallas inexplicables de Alonso.
Fallas que, casi cuatro meses después, nunca salió a comentar públicamente como para poder entender qué fue lo que quiso hacer y si realmente entiende que se equivocó o no.
La actuación de Sebastián Coates y la gestión de Federico Valverde en una posición en la que tiene una función desequilibrante, hacen difícil a Diego Alonso explicar por qué jugó Godín y qué quiso hacer con el futbolista de Real Madrid en el Mundial, en Qatar.
El arco es de Rochet. Parece un gigante en el área. Lo que transmite el golero de Nacional no lo aportó Mele este martes, aunque éste sigue completando el proceso que tarde o temprano, como lo planificó Tabárez, lo depositará en el arco de la selección.
Para el arranque de las Eliminatorias, con Araujo y Coates, Uruguay tiene resuelta la zaga. Bueno tuvo ante Corea del Sur un rendimiento similar al de Sebastián Cáceres en los amistosos de setiembre, previo al Mundial. Necesitan subir un escalón más para asegurar la titularidad en la selección.
El lateral izquierdo es de Olivera. Es el mejor de todos.
El problema a resolver está en el lateral derecho.
Para el mediocampo, el entrenador que lleve a Uruguay al Mundial 2026 tendrá toda la variedad que quiera. Tiene de todo. Ahora, el riesgo en la abundancia, es también elegir bien y hacer que esa calidad realmente brille por lo que vale. Malas decisiones, llevan a finales terribles. Ya pasó en Qatar 2022.
Esta doble fecha FIFA también confirmó que el ataque es de Darwin Núñez, y que Uruguay necesita encontrar a otro goleador, que no parece ser Maxi Gómez.
Se terminó la prueba de Broli. En mayo seguramente llegará la del nuevo entrenador, la del que conducirá a Uruguay a pelear por el Mundial 2026.
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