Y un día, volvimos a escuchar la voz de Cristian Gabriel Pity Álvarez Congiu en una grabación. Pasaron casi cinco años y medio desde que Juanse lanzó su disco Stereoma, el cual incluía “Mismo camino”, un dueto junto al factótum de Viejas Locas e Intoxicados que vio la luz dos meses después de su detención tras el asesinato de Cristian Díaz.
Luego de que unas fotos junto a Daniel Melingo y Julieta Laso sacudieran las redes sociales junto a la novedad de que Pity había vuelto a grabar, ahora la noticia es la edición de una canción que lleva su voz y su guitarra rítmica: se trata de “Sigue el Rock N’ Roll”, canción que adelanta el disco de Gabriel Prajsnar, bajista de la última formación de Viejas Locas. “Pasa la luna, pasa el sol / pasa el invierno, también el calor / Pasen amigos, que suena el rock n’ roll”, aparece Álvarez, fuerte y al medio, en la segunda estrofa de este tema que cuenta con todos los elementos de un rocanrol clásico.
El tema fue grabado a mediados de noviembre pasado en el estadio El Vitreaux, ubicado en el barrio porteño de Floresta, y se lanzó hace pocos días a través de las plataformas digitales. “Esta canción la compuse yo, es nueva y se va a incluir el disco que estoy grabando. Cuando lo escribí, dije: ‘Estaría re bueno hacerlo con Cristian’. Inmediatamente se lo propuse y surgió la posibilidad de hacerlo. Y creo que quedó buenísimo”, resume Prajsnar en diálogo con Teleshow.
“Cuando terminé el tema sentí que lo tenía que invitar a él porque representa un montón de cosas que nos pasan a nosotros como amigos, con la música como común denominador, además de tener un vínculo de conversaciones permanente. Esto de: ‘Qué bueno, viejo, no hay nada mejor / que contar cuatro y seguir el tambor’”, subraya el músico a la vez en que cita el estribillo en el que comparte versos con Pity. “Sentí que era un tema que a él le iba a venir bien por el estilo, por la forma y para cantarlo”.
Al margen de que la canción conmueve por ser la reaparición oficial de Álvarez en la música, sorprende el estado de su voz, como si el tiempo se hubiera detenido en aquel 2018. En el resultado final no hay efectos, filtros ni sobregrabaciones. “Lo hicimos todo muy rápido, en una sola sesión, prácticamente es la primera toma lo que quedó. Queríamos que suene natural y fresco. Y así fue. Él está muy bien de la voz. Yo le pasé una maqueta del tema cuando le propuse cantarlo y le gustó. Por eso participó, además de por la onda que tenemos. Buscábamos que quede algo auténtico y siento que lo conseguimos. Cuando terminamos de grabarlo, nos dimos un abrazo”, describe Gabriel.
“Él se puso a disposición, me dio la libertad manejar el tema como quisiera. ‘La canción es tuya y vamos por donde vos quieras’, me dijo. Pero sí aportó ideas, por ejemplo en el solo, que estaba pensado de otra manera y de pronto se dio la posibilidad de que él toque la guitarra. Hay como una especie de respuesta en el solo, que uno toca y el otro contesta: el que responde es Pity y la verdad que lo hizo con un estilo buenísimo”, agrega a la hora de desmenuzar los detalles de la canción en la que además participan otros músicos que pasaron por Viejas Locas, como Matías Mango (teclados), Hernán González (guitarra principal) y Luca Ferrelli (trombón). En los créditos también se anotan Miguel Ángel Tallarita (trompeta), Sergio Colombo (saxo) y Darío Recúpero (batería). La canción, así como el disco que planea editar para mediados de 2024, está siendo producido, editado y mezclado por Prajsnar y Alejandro Toche Benvenuto.
“A él lo siento intacto. Este es su ámbito, el territorio donde se siente cómodo. Yo lo vi contento porque nos divertimos. Fue algo muy ameno, muy hermoso y gratificante laburar juntos en el estudio después de tanto tiempo. Pity es un transmisor cósmico, cómo le digo yo. Es un tipo que a través de las letras, de su estilo y de su forma de cantar, atraviesa fronteras, llega a la gente de una manera increíble... Eso lo tiene poca gente, es un ángel que viene con uno. Y creo que esto colabora con su recuperación, porque no hay nada más lindo y nada que le pueda hacer mejor a él que la música, que es su vida, lo que él ama, lo que quiso hacer toda su vida y lo que hace. Él es música y estar haciendo música con amigos es algo muy positivo, muy alentador”, dice Prajsnar a la hora de pensar en su compañero.
Que el regreso formal de Pity a la música se haya dado en este marco, cercano al underground y lejos de los grandes focos, tiene que ver tanto con su historia como con su situación legal. “Me siento muy agradecido de, en cierta forma, ser un canal para esta vuelta de él, porque seguramente va a llegar el momento que tenga un regreso con todas las luces. El tiempo lo dirá y llegará cuando tenga que ser, porque es algo que realmente se lo merece. Esto tiene que ver con mi proyecto, que tiene un perfil más bajo. Igual Cristian lo dijo en muchas notas: él se considera un artista under”, analiza Gabriel.
“Para mí ser cantante es todo una novedad en el sentido de hacerlo público. Yo cantaba en mi casa o hacía coros en Viejas Locas. Esto surgió porque tenía un montón de canciones compuestas durante mucho tiempo y en algún momento pretendía grabar, hacer un disco como el que estoy haciendo ahora. No me considero cantante pero la cuestión es ponerle actitud y onda”, dice Gabriel (un “bajista de toda la vida”) acerca del impulso que lo llevó a preparar este disco, en el que también metió algunas guitarras.
Acerca de su vínculo histórico con Pity, recuerda: “Nosotros nos conocemos desde el año 1993. Yo tenía mi banda, que se llamaba Gente Extraña, y él estaba en los comienzos de Viejas Locas. Me acuerdo de que nos conocimos en la parada de un colectivo. Estábamos los dos esperando el 97 y nos pusimos a hablar y viajamos juntos, no me acuerdo para dónde. Pegamos onda e hicimos una amistad que, después con los años, se transformó en el hecho de tocar juntos”. Si bien Prajsnar había sido parte de la última formación de VL, también participó del último show de Intoxicados: fue el 20 de febrero de 2009, en el marco del Cosquín Rock, con la banda ya desmembrada y la aparición estelar de Skay Beilinson como invitado en “Las cosas que no se tocan”.
“Para mí fue un honor haber sido parte de Viejas Locas porque es una banda que yo vi crecer, desde sus comienzos hasta que grabaron su primer disco (1995). Fue muy groso compartir con un artista como Pity, que me parece de los mejores que dio de este país. Estar con él, más allá de lo que generaba, implicaba un aprendizaje constante. Cuando tenés la posibilidad de tocar con un distinto como él, si vos tenés las antenas conectadas podés absorber mucha información copada. Por otro lado, creo que Cristian es el artista que mantiene vivo al rocanrol. Y hacía falta que vuelva a colgarse la guitarra para cantar un rocanrol”, dice.
“Siempre la idea es cuidarlo a Cristian y acompañarlo. Y que en algún momento, cuando el tiempo lo disponga, tenga la vuelta que se merece. Es lo que le deseo como amigo”, cierra Prasjnar.