Camila Morrone viajó a Punta del Este para pasar el fin de año junto a su madre, Lucila Polak, y fue captada un fraganti por los paparazzis durante una de sus salidas. Al parecer, a la modelo no le gustó nada estar rodeada por cámaras e intentó, sin éxito, pasar desapercibida.
La actriz fue vista en La Huella, un reconocido restó de José Ignacio y cuando salió se escondió entre los autos estacionados y algunos tachos de basura para evitar las cámaras.
De acuerdo a varias informaciones, tanto la artista como su madre (quien a su vez fue novia de Al Pacino) estaban acompañadas por una amiga. Ninguna contaba con la fuerte presencia de paparazzis en el lugar, así que les resultó complicada su llegada y posterior salida del local. Visiblemente enojada, la mediática no dio palabra alguna a la prensa.
No es la primera vez que la estadounidense visita esta exclusiva localidad uruguaya. De hecho, pasar las fiestas de fin de año es una costumbre familiar que ella y su madre realizan desde hace varios años. Algunas informaciones aseguran que Morrone y su madre extenderán su visita hasta finales de enero del 2024.